Los coches eléctricos, además de ser más limpios, suponen un ahorro para sus dueños, ya que el coste de recarga es más económico que el combustible. Y aunque la energía eléctrica es muy cara (especialmente en España), la energía de los productos que se obtienen del petróleo es aún más cara debido a los numerosos impuestos asociados a este producto. Esto nos lleva a hacernos una pregunta: ¿está bajando el precio del combustible debido a la llegada del coche eléctrico?
Aunque ahora mismo las ventas de vehículos eléctricos suponen sólo el uno por ciento de la cuota de mercado (una cifra bastante miserable), el ritmo de crecimiento de las ventas crece año tras año, sin estancamientos. Esto mismo podría dar lugar a que en la década de 2.020 a 2.030 el coche eléctrico esté mucho más popularizado entre la población, consiguiendo que sus ventas se disparen.
Exceso de crudo en la próxima década
Según un estudio publicado en Bloomberg New Energy Finance (BNEF) en la próxima década llegará un día en que habrá un exceso de petróleo (en el que sobrarán en el mercado hasta dos millones barriles de crudo), lo que obligará (atendiendo a la ley del mercado de la oferta y la demanda) a reducir el precio de cada barril de crudo, abaratando también, el coste de los combustibles en las gasolineras. Ya ocurrió en el año 2014 y ahora, con el exceso de producción de petróleo y los eléctricos, se prevé que ocurra lo mismo.
Sin embargo, el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol se muestra mucho más tajante y cree que la implantación del coche eléctrico no conseguirá que disminuya la demanda de petróleo, pues no hay que olvidar que los aviones y la industria petroquímica se sirven del crudo para llevar a cabo su actividad.
Está claro que al crudo le ha salido un claro competidor. Se nota en las gasolineras desde hace meses: el precio del combustible se ha reducido (aunque lentamente) y seguro que lo seguirá haciendo a medida que la sociedad tome conciencia y cambie, definitivamente, al coche eléctrico. ¿Podrán equipararse algún día los costes del combustible y los de la carga de un vehículo eléctrico?
Aunque hay que tener en cuenta que el uso de energías más limpias y renovables y el consecuente exceso de producción junto a la bajada de precios del petróleo puede llevar la economía de los principales productores de crudo al borde de la ruina. Qué le vamos a hacer: unas veces se gana, y otras se pierde. No será mal momento para que dichas economías se reinventen en busca de nuevos modelos de negocio.
Litio, el nuevo combustible
Lo más probable es que el precio del barril de crudo se abarate, sí, pero, por el contrario, habrá otros materiales que aprovechen el tirón de las ventas de coches eléctricos para encarecerse. Hablamos del litio, una materia prima fundamental para la fabricación de las baterías de este tipo de autos.
Las baterías de nuestros smartphones y de nuestras tablets están hechas de litio, metal que también su usa en otros sectores como el vidrio y la cerámica, aunque casi el 40% de su consumo esté vinculado con la fabricación de baterías. Así, el boom del mercado de coches eléctricos ha conseguido disparar, más si cabe, la demanda de litio, llegando a incrementar su precio más de un 200% en algunos mercados. Según la estadounidense Goldman Sachs, se espera que esta demanda sea 11 veces mayor que ahora para el año 2025.
Aunque el precio del crudo se abarate, parece que no lo hará el del litio, en auge actualmente en el mercado. Y precisamente su encarecimiento puede llevar a encarecer los costes de producción de los vehículos eléctricos. Nos encontramos ante el litio, el nuevo combustible.