La seguridad es la principal prioridad al volante. Una conducción más segura y fiable es el gran objetivo que la industria automovilística se ha marcado en la última década y los resultados están siendo muy positivos. Las principales compañías, entre las que se ha posicionado Volkswagen Zaragoza como un referente en materia de seguridad, han empleado muchos esfuerzos en crear nuevas tecnologías y mejorar las ya existentes para obtener una experiencia más firme y estable en el coche. Factores externos, ligados al estado y control de las carreteras, también ponen de su parte para conseguir un tráfico más tranquilo para todos los actores.
Es una realidad que la seguridad en la carretera se está reinventando. Si a principios de siglo el foco se ponía sobre qué medidas podían implementar los Gobiernos para reducir los siniestros, desde hace unos años, las miradas se dirigen hacia las empresas automovilísticas. Se ha asumido, muy acertadamente, la idea de que la seguridad empieza desde dentro del vehículo; y la tecnología ha realizado una gran aportación para conseguir el objetivo. Los resultados de este gran surtido de factores por la seguridad vial son evidentes, pues mientras que en el año 2001 había una media mensual de más de 300 víctimas mortales, en 2024 esta cifra apenas supera el centenar, según los datos ofrecidos por la Dirección General de Tráfico.
Interpretación del comportamiento del conductor
Una de las últimas novedades en el sector se ha centrado en controlar el estado de ánimo del conductor. Es decir, los coches están incorporando una tecnología que es capaz de entender y asimilar el comportamiento humano, de manera que lanza un aviso cuando detecta que el conductor está teniendo una conducta inapropiada que puede desembocar en un accidente. Este sistema detecta la postura de las manos, especialmente cuando no están en el volante, o la situación de los ojos, a fin de evitar que el usuario se quede dormido. El programa, además, puede informar sobre la necesidad de realizar un descanso cuando el trayecto se ha prolongado demasiado tiempo.
Más asentado en la industria del automóvil están los sensores, que detectan inmediatamente cuando el coche se aproxima a algún punto, como otro vehículo, las líneas o los quitamiedos de la carretera. Un fuerte pitido alerta al conductor de esta situación, para que éste cambie la dirección del volante o realice la acción de aceleración o frenado necesarios. Incluso la tecnología que actualmente están implementando está capacitada para cambiar por sí sola la dirección, si detecta que el coche puede salirse de su carril. También hay sistemas de seguridad que alertan si hay otro auto en un posible ángulo muerto.
Entre las marcas que más han apostado por la tecnología en aras de la seguridad se sitúa Volkswagen, un gigante que ya ha lanzado su nueva flota de vehículos en Zaragoza. La firma alemana ha realizado una importante apuesta por la sostenibilidad, a partir de motores completamente eléctricos, híbridos e híbridos enchufables que buscan una seguridad tan importante, como la de la preservación del medio ambiente. Los modelos Volkswagen incluyen la tecnología IQ Drive, un asistente de conducción que ayuda al usuario en los momentos más complicados de la carretera, lo que supone una mayor optimización en la conducción y, por lo tanto, una mejora en la fiabilidad.