MG, y en concreto el ZS, es desde hace unos meses el gran protagonista del mercado español. Una marca que ha estado fuera del mercado desde hace muchos años, y un modelo que, en esencia no es más que un SUV en el segmento más competitivo del mercado. ¿Qué está ocurriendo?
La respuesta es sencilla: la gama de acceso tiene un precio de 14.190 euros (3.000 euros más si por alguna razón no puedes aprovechar la promoción actual): un SUV de 4,3 metros con un motor de gasolina de 106 CV, sin turbo y sin hibridación (de ahí la etiqueta C).
Barato
Estos 14.190 euros (o 17.190 si se quiere llamar así) ya se pueden calificar como un precio de otra época. Antes de la pandemia y la hiperinflación, hoy es prácticamente imposible encontrar algo por debajo de 20.000 euros. De hecho, la única forma de encontrar algo similar es acudir al Dacia Duster (que incluso entonces era 1.500 euros más caro a precio de referencia) o al Sanyon Tivoli (1.700 euros más caro).
Esto se debe a que, aunque se podría pensar que se pueden comparar con el Arona y el CH-R, estos dos pesos pesados de las ventas españolas eran más pequeños (20 cm menos de longitud total) que el MG ZS. El Captur, el más parecido en tamaño (aunque también ligeramente más pequeño), tampoco supera la barrera psicológica de los 20.000 euros.
¿Qué es el MG ZS?
El secreto de su éxito es, en primer lugar, obvio: el diseño del MG ZS no es indicativo del ADN actual de la marca, y es probable que el capital chino haya influido en sus líneas. Sin embargo, no es así. Su exterior es atractivo y no tiene nada que envidiar a los líderes del segmento. Si acaso, sus líneas muy curvadas no están tan de moda como las angulosas actualmente en boga, y sus proporciones ligeramente extrañas hacen que su altura destaque frente a su longitud.
En el interior, la situación es similar. El diseño es completamente europeo, sin la extravagancia tan habitual en los coches chinos (y que cada vez es más visible ahora que los coches chinos empiezan a aparecer en escena). Algo que me ha llamado la atención, sin embargo, es que el material del salpicadero no refleja la tendencia del gigante asiático a la mala calidad en sus modelos, según experiencias pasadas.
Puntos débiles: el motor.
Para nuestro primer encuentro con el nuevo motor de MG, optamos por el básico 1.5 VTi (106 CV). También hay un 1.0 Turbo de 111 CV, más refinado mecánicamente (algo más caro, a partir de 17.990 euros con descuentos) y una versión eléctrica por 33.690 euros, disponible por 23.480 euros con todos los descuentos (financiación) y ayudas (Move III).
En conclusión, supera nuestras expectativas en casi todos los aspectos. Sin embargo, debido a la falta de motor, recomendaríamos el 1.0 turbo, al menos en teoría.