Viajar en coche es más caro que hace unos meses. Ahora que el calor empieza a remitir y se acerca la época más fría del año, cuando suben los costes energéticos, puede ser un buen momento para recortar gastos. En lo que respecta al uso del coche, ahorrar entre un 10% y un 20% es más fácil de lo que se piensa.
El primer consejo se refiere al arranque del coche. Pon el coche en marcha en cuanto arranques el motor. En otras palabras, no debes arrancar el motor y esperar a que se caliente unos minutos al ralentí. Con los lubricantes sintéticos actuales, esto ya no es necesario, ya que basta con no acelerar rápidamente durante los primeros cuatro o cinco minutos mientras el motor se calienta.
El segundo consejo es en realidad una continuación del primero: evitar las aceleraciones rápidas durante la conducción. Y recuerda otro principio de ahorro. Si tienes que frenar con demasiada frecuencia, probablemente estás acelerando demasiado rápido o con demasiada frecuencia. Es mejor acelerar muy despacio y mantener la velocidad lo más constante posible que acelerar y desacelerar repetidamente.
Y hay un tercer consejo relacionado con el anterior. Cuanto mayor sea la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede, menor será el consumo de combustible. Cuando conducimos sin mantener la distancia de seguridad, ya sea en autopista o en ciudad, tenemos que repetir o intensificar la acción cada vez que el vehículo de delante frena o desacelera bruscamente. Si hay suficiente distancia entre los coches, basta con reducir la velocidad cuando el coche de delante frena. La anticipación ahorra dinero.
El siguiente consejo se refiere al cambio de marchas. Si conduces con cambio automático, lo mejor es poner el selector en D y dejar que la electrónica haga el trabajo. Esto se debe a que estas cajas de cambios están programadas para ofrecer la mejor economía en las condiciones de uso más habituales. En cambio, con las cajas de cambios manuales, hay que utilizar la marcha más larga posible, aunque en un orden determinado. Esto se debe a que utilizar una marcha tan larga que haga que el motor trabaje a un régimen demasiado bajo reduce la respuesta a la acción del pedal del acelerador.
Algunos consejos para ahorrar dinero son más sencillos: según el RACE, por cada 0,5 bar menos, el consumo de combustible mejora un 2% en ciudad y hasta un 4% en autopista. Acertar con la presión del aire también significa que, si conduces con la carga máxima, tienes que aumentarla. Lo mejor es cambiarla en función de las condiciones de uso, pero esto lleva su tiempo, por lo que puede ser una buena práctica conducir siempre con la presión de aire recomendada para la carga máxima, incluso si viajas solo y sin equipaje.
Modifica la duración del viaje en función de las condiciones del tráfico, o cambia ligeramente la ruta para evitar atascos. Por ejemplo, es mejor recorrer 40 km con 6 litros/100 km (2,40 litros en términos reales) de combustible que recorrer 30 km por una ruta corta llena de atascos y pagar 9 litros/100 km (2,70 litros en términos reales) de combustible. Sin duda, es mejor evaluar el trayecto en términos de tiempo y consumo de combustible que de kilómetros.