Cómo evitar la acumulación de carbonilla en los motores diésel

Un mantenimiento adecuado del motor es esencial para prolongar la vida de su vehículo y hacer que tu viaje sea más eficiente. No se trata sólo de las piezas visibles, como los frenos y los neumáticos. La acumulación de carbono en el motor también puede causar problemas. Sin embargo, existen mecanismos que pueden reducirla considerablemente.

La carbonilla es un residuo sólido que se acumula en el motor cada vez que se arranca el vehículo desde parado. Esto ocurre porque parte del combustible se filtra en los cilindros. Esto provoca daños importantes en el coche a largo plazo.

¿Cómo se puede eliminar la carbonilla?

Para saber si los depósitos de carbonilla están afectando al rendimiento de tu coche, puedes buscar una serie de síntomas. Por ejemplo, humo negro que sale del tubo de escape. Alguna obstrucción al arrancar el vehículo. Sacudidas o vibraciones excesivas durante la conducción. Presta atención también a la pérdida de potencia y a un consumo de combustible más bajo de lo normal.

La mejor forma de solucionar los problemas de depósitos de carbonilla es acudir a un taller, como ocurre con otros problemas del motor. Disponen de herramientas que pueden eliminar el exceso de depósitos de carbonilla. Sin embargo, también hay productos en el mercado que pueden eliminarlos ellos mismos. En este caso, debes asegurarte de que el producto que elijas no sea perjudicial para el coche.

Consejos para reducir los depósitos de carbonilla

Además, también existen mecanismos que, en ocasiones, pueden utilizarse para reducir la presencia de depósitos de carbonilla y mejorar la limpieza del vehículo. Por ejemplo, para los vehículos con motores diésel, los expertos recomiendan aumentar las revoluciones de 1800 a 2500 RPM. En cualquier caso, esto debe hacerse unos minutos después de arrancar el motor y una vez que éste haya alcanzado cierta temperatura.

Otra medida es circular por carretera de vez en cuando. De este modo, se pueden aumentar las revoluciones del vehículo. Además, ya no es necesario arrancar el coche y frenar de vez en cuando, como ocurre cuando se conduce en ciudad.

También es aconsejable conducir en una marcha inferior a la necesaria en ese momento. De ese modo, se puede conducir a más revoluciones para llegar al destino.

Por último, es aconsejable utilizar combustible de alta calidad y evitar las gasolineras baratas.

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