La física cuántica acaba de surgir y su potencial es aún impredecible. El fabricante de piezas Bosch ya ha desarrollado sus aplicaciones y prevé un enorme crecimiento en este campo en los próximos años.
Bosch Alemania creaó a principios de 2022 su filial Bosch Quantum Sensing, que ya cuenta con 30 empleados. Su objetivo es desarrollar nuevos sensores basados en la mecánica cuántica que detecten cambios casi imperceptibles en el movimiento y en los campos electromagnéticos a nivel atómico.
El avance es enorme, ya que estos dispositivos son mucho más precisos que los sensores actuales. Además, según Bosch, las aplicaciones potenciales son enormes, ya que en la próxima década se aplicarán miles de millones de dispositivos en los campos de la medicina y la movilidad.
5 mil millones de aparatos
Una de las áreas a las que se dirigen estas aplicaciones es la interfaz cerebro-ordenador (BCI), que por sí sola podría tener un valor de 5.000 millones de dólares al año a largo plazo.
En el sector médico, los sensores necesarios para controlar los impulsos nerviosos humanos y alimentar prótesis son un ejemplo de su utilidad. Los sensores cuánticos, que pueden medir con precisión las constantes vitales y proporcionar más datos durante mucho más tiempo que un electrocardiograma (ECG) convencional, también ofrecen nuevas esperanzas para la monitorización cardíaca, ya que pueden permanecer con el paciente en todo momento.
Bosch ha sido pionero en la miniaturización de estos aparatos y es un factor clave en su adaptación a las aplicaciones más sofisticadas. En particular, su tamaño es comparable al de un teléfono móvil, lo que los hace ideales para su uso en equipos industriales, barcos, aviones, hospitales y vehículos terrestres.
Además, están libres de interferencias
En este último caso, los sensores cuánticos están llamados a revolucionar la navegación. Mientras que los sistemas de posicionamiento global (GPS) están sujetos a interferencias, los sensores cuánticos miden el campo magnético inmutable de la Tierra y, por tanto, son inmunes a las interferencias externas.
En el caso de la electromovilidad, los sensores cuánticos pueden medir con mayor precisión las corrientes y determinar con exactitud cuánta batería queda, lo que puede resultar vital a la hora de planificar un viaje y sus sucesivas recargas.
