Los mecanismos espaciales pueden explicar el malestar. Pero, ¿por qué nos mareamos menos en el asiento delantero de un coche?
El mareo es una de las sensaciones más desagradables en un coche. Los más pequeños son los que más lo sufren. Esto tiene sentido si tenemos en cuenta cómo afrontan los niños los viajes de media y larga distancia. Para mantener a los niños entretenidos, solemos dejarles nuestros teléfonos móviles y tabletas como distracción.
La cinetosis es una forma de mareo que se produce durante los viajes. Se define como náuseas, vómitos y síntomas provocados por aceleraciones y desaceleraciones lineales y angulares repetidas. La cinetosis no sólo se produce en los coches, sino también en trenes, aviones y atracciones de parques de atracciones.
Reducción de la sensación de cinetosis en el asiento delantero
La cinetosis se explica por tres sistemas: vestibular, visual y propioceptivo. Cuando estos sistemas entran en conflicto entre sí, el mareo puede convertir un momento relajante del viaje en una odisea.
El sistema vestibular se encarga de mantener el equilibrio y la postura, coordinar los movimientos de la cabeza y el cuerpo y fijar la mirada en un único punto del espacio. Está situado en el oído interno. Este sistema nos permite saber dónde estamos y darnos cuenta de cuándo nos movemos.
El sistema visual, como su nombre indica, es muy sencillo. Está formado por el ojo, las vías visuales y el córtex visual. Complementa al sistema vestibular. El tercer y último sistema es el propioceptivo, que determina el sentido de la posición en distintas partes del cuerpo.
En situaciones en las que estos tres sistemas entran en conflicto, se producen náuseas y mareos. En otras palabras, en situaciones en las que nuestra visión sólo ve la pantalla del móvil y los otros dos sistemas indican movimiento, comienza el mareo. Para evitarlo, mantén el coche limpio y bien ventilado, abre las ventanillas para que entre aire fresco, bebe mucha agua y mira a puntos fijos de la carretera.
Los asientos delanteros y el centro del asiento trasero son los lugares donde es menos probable que se produzca esta desagradable sensación. La razón es que es más fácil observar la carretera y por dónde te mueves, y los sistemas antes mencionados transmiten esta sensación al cerebro, previniendo el riesgo de mareo.