El elevado coste de reparación de los vehículos eléctricos puede atribuirse a varios factores. En primer lugar, los vehículos eléctricos tienen sistemas eléctricos complejos que requieren formación y conocimientos especiales para diagnosticarlos y repararlos. Además, los vehículos eléctricos requieren equipos especializados, como elevadores de gran potencia, equipos de alta tensión y jaulas de seguridad para proteger a los mecánicos de la electrocución. Pero éstas son sólo algunas de las razones por las que reparar vehículos eléctricos es más caro que reparar vehículos convencionales. Veamos estos factores con más detalle.
Reparaciones de vehículos eléctricos, por qué son más caras
Los vehículos eléctricos suelen ser más caros de poseer y mantener que los vehículos convencionales de gasolina. Otra razón del elevado coste de reparación de los vehículos eléctricos es el coste de las piezas de recambio. Las baterías de los vehículos eléctricos suelen ser la pieza más cara de sustituir y pueden ser difíciles de comprar. Además, los propietarios de vehículos eléctricos tienen opciones de reparación limitadas debido a la necesidad de equipos especializados, lo que puede incrementar los precios.
En general, los vehículos eléctricos tienen menos piezas móviles que puedan estropearse con el tiempo, pero también tienen componentes electrónicos caros que son propensos al desgaste. Además, reparar o sustituir los ligeros paneles de carbono y aluminio de la carrocería de los vehículos eléctricos tras un accidente es caro. Además, el elevado coste de sustituir una batería defectuosa de un VE también puede afectar al coste global de las reparaciones. Por estas razones, las reparaciones de los vehículos eléctricos en general pueden ser caras, especialmente después de un accidente grave.
Las reparaciones de vehículos eléctricos son caras.
Los vehículos eléctricos suelen tener tiempos de espera más largos para las piezas de repuesto que los vehículos con motor de combustión interna, lo que se traduce en tiempos de inactividad más largos y mayores costes de sustitución del vehículo. En algunos casos, los técnicos de carrocería pueden necesitar formación adicional para reparar vehículos eléctricos, lo que se traduce en mayores costes de mano de obra.
Además, los vehículos eléctricos tienen nuevos riesgos asociados a la carga, como la cobertura del seguro para cables de carga, conectores y cajas eléctricas de pared, y la responsabilidad si una persona tropieza con un cable de carga y resulta herida mientras el vehículo está enchufado. En general, todos estos factores son importantes para que los propietarios y futuros propietarios de vehículos eléctricos los tengan en cuenta a la hora de realizar reparaciones.