Hasta ahora, no había otra forma de entender un deportivo que poniendo cilindros en un motor, y aunque existe un equilibrio entre potencia y peso, generalmente se ha entendido que quema mucha gasolina.
Los vehículos eléctricos han cambiado por completo el paradigma de los deportivos: pueden producir enormes cantidades de potencia a partir de un motor eléctrico y son relativamente fáciles de mantener. El mayor hándicap reside en la batería que debe alimentar el motor elegido para el vehículo.
Con un peso de sólo 28 kg, el motor Helix tiene una potencia continua de hasta 650 kW (884 CV) y una potencia máxima de hasta 700 kW (952 CV).
Motor de 28 kg y 884 CV
Los creadores del Helix SPX177 afirman haber desarrollado el motor por encargo de un fabricante de hipercoches sin nombre. Este fabricante tenía que conseguir una potencia de 650 kW a partir de un único motor eléctrico para el hipercoche, lo que nos da una idea de las características de la máquina que equipará el Helix SPX177. Ya no sorprende que un vehículo eléctrico pueda producir una potencia tan elevada, pero es habitual que los vehículos eléctricos que lo hacen estén equipados con una configuración de doble motor, con un motor eléctrico en el eje delantero y otro en el trasero.
Los motores y el inversor, conectados por seis conexiones de alto voltaje para manejar las altas corrientes necesarias para funcionar, pesan en total sólo 41 kilogramos.
Por muy ligero que sea este motor, el mayor reto a la hora de diseñar un deportivo de estas características sigue siendo el tamaño y la masa del paquete de baterías. Sin embargo, utilizar un motor ligero y compacto en lugar de dos facilita el diseño del deportivo y la colocación de la batería para optimizar el centro de gravedad y la distribución del peso.
Será interesante ver qué deportivos utilizarán este motor.