Los fabricantes asiáticos están acelerando considerablemente su desarrollo en el campo de la electrificación. Y ahora ofrecen modelos de todas las categorías a precios más competitivos que sus rivales occidentales. Los segmentos más modestos no son una excepción y no sólo igualan los precios de las mecánicas convencionales, sino que incluso los superan.
Es el caso de ChangLi, marca especializada en turismos y recambios, que ofrece uno de sus modelos a un precio imbatible. Se trata de un vehículo urbano en miniatura con mecánica 100% eléctrica, de sólo 2,4 metros de largo, pero capaz de transportar a tres personas, incluido el conductor.
El S1-Pro está diseñado para distancias cortas y en China se utiliza principalmente como taxi dentro de las ciudades. Y su principal atractivo es que ofrece a su propietario un presupuesto increíblemente limitado: está disponible en la plataforma de compras en línea Alibaba a un precio de sólo 1.131 dólares, equivalentes a 1.025 euros.
Un coche por menos de mil euros
Pero si se hacen pedidos más grandes, ChangLi aplica descuentos que rebajan el precio a 996 dólares, o 903 euros al cambio actual. La cifra lo convierte en el coche más barato del mundo, y no sólo entre los eléctricos.
El plazo de entrega es de un mes desde que se realiza el pedido y el cliente recibe el coche embalado en una caja como cualquier otro artículo entregado por las plataformas comerciales.
Por supuesto, no hay que exigir demasiada sofisticación en el acabado del coche. El interior es espartano, y en el salpicadero se puede montar un simple manillar de motocicleta o un sencillo volante de automóvil. Pero, según el fabricante, cumple con creces su cometido.
ChangLi S1-Pro: Homologación europea
El ChangLi S1-Pro puede alcanzar velocidades de 40 km/h y tiene una autonomía de hasta 50 km con una sola carga de batería. Suficiente para llegar a los destinos más cercanos sin contaminar el medio ambiente y a un coste muy bajo.
Además, cuenta con una serie de accesorios personalizables, como faros adicionales para mejorar la iluminación y una baca para transportar objetos o mercancías.
Sin embargo, antes de dejarse tentar por este tipo de vehículos tan comunes en Asia, es importante tener en cuenta las normas de seguridad y homologación europeas, mucho más estrictas que las del país de origen y que en la mayoría de los casos no permiten su circulación por vías públicas.
También hay que comprobar los costes de transporte, que, aunque se trate de un coche pequeño, pueden ascender a varios miles de euros desde China.