La función de esta pieza elemental en la mecánica de cualquier coche es la de transformar la rotación del motor en fuerza, sirviendo de enlace entre las ruedas y el propio motor, pasando por el diferencial. Esta unión será la que provoque el movimiento en el vehículo o, por el contrario, haga que se detenga cuando, utilizando el freno motor, se reduzca la velocidad.
El eje de transmisión conecta con la parte delantera de la transmisión al diferencial usando para ello juntas universales. Es necesario, por tanto, reconocer cuándo el eje de transmisión da señales de fallo o mal funcionamiento para proceder a su arreglo o sustitución.
Imagen de palier tomada de recambioscoches.es
Síntomas de fallo o desgaste
El primer síntoma de función ineficaz sería la imposibilidad o el trabajo excesivo para cambiar de marcha cuando se trata de un vehículo con caja de cambios manual, esto sería un indicativo clásico de problemas en este eje. Por otro lado, el olor a quemado da pistas probables de una fuga de aceite en el sistema de transmisión.
Otro elemento delatador sería escuchar un ruido metálico cuando el vehículo se encuentra en punto muerto, lo que viene a significar algún tipo de roce o choque con el diferencial, en cuyo caso habría que proceder a su revisión lo antes posible para evitar daños a otras piezas de la zona.
Por último y, como cabe suponer, se deberá acudir cuanto antes al taller en caso de que la luz de revisión del motor se encienda o que el coche no responda cuando se acelere con una marcha engranada.
Cómo cambiar el eje de transmisión
Para proceder a la sustitución de esta pieza primero habrá que colocar un calzo delante de ambos neumáticos delanteros, de este modo, se evitará el desplazamiento cuando se haya quitado el eje de transmisión. Seguidamente se pondrá un gato justo bajo el centro del diferencial para levantar la parte trasera del automóvil. Se ubicará un soporte debajo de cada lado del diferencial en cada caja del eje, para ir bajando posteriormente el vehículo en la toma de tribunas haciendo uso del gato.
El siguiente paso debería ser la desconexión del eje del diferencial. Para esta unión se utilizan dos tornillos con forma de “U”. Se deberán desplazar las dos tuercas que sujetan sendos pernos. Después, con un martillo se golpearán los tornillos del diferencial para tirar, por último, del eje de transmisión y sacarlo del diferencial.
Se deberá utilizar un yugo (extremo del eje de transmisión) para retirarlo de la parte posterior. Continuaremos insertando esta pieza, pero correspondiente ya al de sustitución de la parte posterior de la transmisión y empujando el eje hasta que se detenga.
Conectaremos el eje al diferencial, asegurando que sus líneas coincidan. La activación de la parte del diferencial se completa con un simple giro de las ruedas, una vez colocadas se instalan los pernos, y se aseguran los tornillos, apretando firmemente las tuercas de retención con su propia llave. Se terminará este proceso levantando la parte trasera del vehículo con el gato y retirando los soportes previamente colocados bajo el diferencial. Se retirarán, por último, las cuñas utilizadas para inmovilizar el automóvil.