La CBR600 F renació en un momento delicado para el sector de las dos ruedas, pero está claro que tiene motivos de sobra para ser uno de los modelos de gama media de segunda mano más codiciados por cualquier aficionado.
La evolución podría volverse en tu contra si se te va de las manos. Eso es exactamente lo que le ocurrió a Honda cuando decidió dejar de producir una de las motos más equilibradas, fáciles de conducir y rentables del panorama supersport internacional. Pero la CBR600 F volvió y lo hizo a lo grande. Y su modelo de 2011 es una de las compras más inteligentes en el mercado de segunda mano.
Desde su aparición en el 87, este modelo se ha convertido en una de las leyendas, no sólo por el número de modelos vendidos en todo el mundo, sino también por ser un modelo premiado en el mundo de la competición. A lo largo de su vida, la CBR600 F recibió mejoras derivadas directamente del mundo de las carreras, creando la perfecta multiterreno, que era tan útil en la carretera como emocionante en la pista.
La demanda del mercado de una moto aún más deportiva, una moto que abandonara el concepto F en favor de la R, significó que en 2001 los fans de Honda obtuvieran la CBR600 F Sport, centrada más en cambios estéticos que técnicos, ya que la base era prácticamente la misma. Luego, en 2003, llegó la esperada CBR600 RR, una máquina con genes de circuito derivada de la investigación de la firma en el Golden Wing y de la experiencia en el Campeonato del Mundo de Moto GP que comenzó su vida compartiendo el mismo catálogo que la CBR600 F. Pero la demanda del mercado cambió y la CBR600 F se convertiría en la nueva CBR600 RR.
Pero la demanda del mercado cambió y la moda de las réplicas dejó en el olvido esta fantástica versión supersport. La CBR 600 F era una moto repleta de tecnología que incorporaba lo mejor de ambos mundos por el camino, como demuestra su chasis de aluminio y la inyección electrónica de combustible, pero precisamente por eso su precio era tan elevado para un piloto que ni siquiera pensaba en salir a pista.
Así que después de toda la experiencia de Honda en el mundo de la competición y en la creación del concepto F, donde la tecnología y la facilidad de uso se unen, la CBR600 F 2011 volvió para cubrir esa necesidad no sólo en su catálogo, sino en el propio mercado. El objetivo fue crear una motocicleta de gama media con un diseño deportivo, pero con unas prestaciones y una ergonomía que nada tienen que ver con las de una moto deportiva preparada para circuito.
Los tiempos cambian...
Pero las necesidades no lo hacen. Por eso esta CBR600 F se adapta mejor que nunca a las nuevas reglas de circulación. Con tantos límites de velocidad y carreteras que no son todo lo buenas que nos gustaría, esta Honda sigue cautivando a muchos. A primera vista su diseño resulta muy atractivo por su agresividad, pero nada más lejos de la realidad cuando te subes a ella.