Los coches son objetos móviles, y cuando se combinan con la conectividad, se abre todo un mundo nuevo para el desarrollo de casos de uso y nuevos modelos de negocio, incluida la conexión a la infraestructura para "leer" la carretera por delante (es decir, condiciones de la carretera, alertas meteorológicas, conducción en sentido contrario, objetos en la carretera, gestión de intersecciones, etc.).
La conectividad de los OEM (fabricantes de equipos originales por sus siglas en inglés) actuales hace que intentar lograr un gran avance en los vehículos autónomos conectados sea extremadamente importante. Los fabricantes de equipos originales están trabajando duro para satisfacer las altas expectativas y demandas de los consumidores, impulsando la aparición de tecnologías aún más avanzadas. Un gran canal para nuevos servicios y nuevas experiencias de usuario que van mucho más allá de la experiencia de conducción.
Los casos de uso se definen llevando la UX (experiencia de usuario) en el automóvil al siguiente nivel. Los fabricantes de equipos originales y los proveedores de infoentretenimiento están racionalizando el desarrollo de vehículos con la seguridad como máxima prioridad. Casi todos los coches nuevos incluyen ADAS (Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción), basados, por supuesto, en software.
Otros casos de uso de la conectividad en el vehículo son la telemática de flotas, datos que pueden utilizarse para optimizar los viajes de los vehículos, mejorar la investigación de accidentes y lograr tiempos de respuesta a incidentes más cortos, análisis predictivos para optimizar el inventario de MRO y piezas de repuesto (para mejorar la fiabilidad y durabilidad de los vehículos), seguros basados en el comportamiento al volante, etc.
Si hablamos de vehículo a todo (V2X), será un gran avance, sobre todo para la navegación segura y para mantener un control constante entre vehículos. Otras tecnologías, como CRIS (Central Road Information System), centralizarán las decisiones de tráfico mediante cálculos perimetrales y calcularán la mejor ruta disponible, teniendo en cuenta las condiciones de la carretera, el tráfico y el entorno.
Dentro de unos años, la tecnología 5G (alta velocidad, baja latencia, bajo consumo y multifuncionalidad) tendrá un fuerte impacto positivo en las carreteras, ayudando a acelerar las ciudades inteligentes, el IoT combinado con la tecnología V2X, los coches podrán por fin percibir el entorno local y comunicarse, los conductores estarán siempre informados, mejorará la fluidez del tráfico y disminuirán drásticamente los accidentes.
El futuro de los servicios para automóviles parece prometedor, pero si no se mejora el recorrido del cliente, la experiencia sin fisuras simplemente no existe, lo que la hace "engorrosa". Una solución podría ser, quizá, impulsar la integración global de API a gran escala para que los servicios sean accesibles a todos, pero para que esto ocurra es necesario que se haga de una forma que sean accesibles para todo el mundo.