Los frenos de tu coche son una de las piedras angulares de tu seguridad al volante y la de tus pasajeros. Un rendimiento óptimo de los frenos puede ser la clave para marcar la diferencia en caso de emergencia y evitar una situación de graves consecuencias.
Aquí tienes unos sencillos consejos que cualquiera puede poner en práctica para cuidar tus frenos y evitar que se desgasten demasiado rápido.
Conduce con suavidad y eficacia
Los conductores agresivos suelen frenar en el último momento y de forma brusca. Esta práctica somete a los frenos a un mayor esfuerzo, lo que se traduce en un mayor desgaste que acortará la vida útil de las pastillas y los discos de freno.
Intenta conducir siempre con suavidad, evitando frenar bruscamente siempre que sea posible. Frena progresivamente y, cuando sea posible, utiliza el freno motor.
Presta atención a las vibraciones
Aunque puede deberse a un desequilibrio de las ruedas, si notas vibraciones al pisar el pedal del freno, puede ser síntoma de que las pastillas o los discos de freno están en mal estado.
En este caso, lo mejor es llevar el coche a un taller donde puedan determinar la causa de las vibraciones y encontrar una solución antes de que el problema vaya a más.
¿El pedal está demasiado duro o demasiado blando?
Este es un mal síntoma, que también debe ser solucionado por un taller. Si el pedal está demasiado duro, es probable que las pastillas o los discos de freno estén dañados, o que haya un problema con algo llamado servofreno.
Por otro lado, si el pedal se nota demasiado blando, puede deberse a un desgaste excesivo de las pastillas de freno o a que el líquido de frenos está en mal estado y es necesario sustituirlo.
Revisa tu coche y renueva los frenos cuando sea necesario
Es recomendable que, cuando acudas al taller para cualquier revisión o reparación, aproveches para que revisen tus frenos para determinar el estado de sus componentes.
También es importante tomar nota del kilometraje de estos componentes y saber cuándo es necesario cambiarlos. Si sus pastillas de freno tienen más de 20.000 kilómetros, por razones de seguridad, es mejor sustituirlas por otras nuevas.
Elige discos y pastillas de calidad
Cuando algo tan importante está en juego, no merece la pena ahorrar unos euros sacrificando tu seguridad. Estos componentes te van a acompañar durante miles de kilómetros y supone una gran diferencia circular con frenos seguros y de calidad que con componentes de menor calidad.
Siempre que compres nuevos discos y pastillas de freno, asegúrate de que están homologados y, siempre que sea posible, déjate asesorar por un especialista.