La prevención es el mejor remedio para los males mayores, pero hay averías comunes que pueden ocurrir inesperadamente, incluso con un cuidado estricto y un buen uso de la motocicleta. Hay averías que se pueden evitar con un buen mantenimiento, pero otras son imprevisibles y pueden dar la cara en cualquier momento. Te contamos cuáles son las averías más comunes:
La batería. La vida útil media de una batería es de 5 años, lo que te puede dar una idea de su durabilidad, pero la temperatura de tu zona, el tipo de conducción o la frecuencia de uso son aspectos que afectan directamente a su durabilidad.
La cadena. Una cadena rota es una de las averías más peligrosas que puedes sufrir. Mantener la cadena limpia, lubricada y tensada forma parte del mantenimiento más básico de la moto (hazlo entre 500 y 1.000 km). Cuando el desgaste de la cadena empiece a llegar a su límite (la cadena está estirada y los tensores no aguantan más ajustes), sustitúyela. Y hazlo junto con el piñón y el plato para que todo funcione correctamente.
Sistema de frenado. Hay que comprobar el desgaste de las pastillas de freno y cambiar el líquido de frenos del sistema hidráulico cuando lo indique el fabricante, ya que al estar expuesto a altas temperaturas de funcionamiento pierde sus propiedades. Como norma general debe cambiarse cada 2 ó 4 años, dependiendo del tipo.
Suspensión. Hay que asegurarse de que no tienen golpes ni fugas de aceite, cambiando periódicamente el aceite de la suspensión delantera y sustituyendo los retenes si se detecta alguna fuga.
Embrague. Es una de las partes del motor que está más expuesta a esfuerzos mecánicos. Los embragues están fabricados para soportar este trabajo, pero una conducción extrema o un uso inadecuado, como mantener la maneta del embrague pisada durante mucho tiempo al parar en un semáforo, acelera el desgaste. Por eso, cuanto más suave sea el cambio de marchas, mejor. Y en los semáforos, espera en punto muerto.
Cables del acelerador/embrague. Si tu moto está "cableada", ajusta periódicamente la tensión del embrague y lubrica los puntos móviles (extremos del cable). Y sustituye un cable deshilachado o una funda de cable rozada.
Bomba de combustible. No quedarse sin combustible regularmente puede ayudar a prevenir fallos en la bomba de combustible. Síntomas como golpeteos o un mal arranque del motor pueden alertarte de una avería. Aprovecha para sustituirla antes de que te veas en un aprieto.