Europa es uno de los escenarios en los que se juega el futuro del coche eléctrico. Los grandes gigantes de la automoción están acelerando sus planes de electrificación para aumentar su oferta de productos y posicionarse lo mejor posible de cara a la era de la movilidad sostenible y, más concretamente, de la movilidad 100% eléctrica.
Stellantis, el cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo, ha puesto en marcha los engranajes para materializar su proceso de transición hacia los vehículos eléctricos. Uno de los próximos pasos que debe dar la compañía dirigida por Carlos Tavares es apostar por las baterías LFP. Una tecnología clave para hacer realidad los vehículos eléctricos asequibles.
Baterías LFP en los nuevos coches eléctricos de Stellantis
En la actualidad, la química NMC (níquel, manganeso y cobalto) es la protagonista. Sin embargo, en comparación con las baterías con química de fosfato de hierro y litio, son más caras. En un momento en que los costes son cruciales y la competencia de los fabricantes chinos de baterías de LFP es mayor, empresas como Stellantis tienen que tomar una decisión. Y más pronto que tarde.
"Necesitamos LFP y tendremos LFP porque es una posición competitiva en costes para fabricar coches asequibles para la clase media", afirma Tavares. El CEO de Stellantis no especificó cuándo estarán disponibles las nuevas baterías. Pero dijo que se encontrarán en los coches eléctricos más vendidos de Peugeot, Citroën, Opel y FIAT.
La principal incógnita es de dónde procederán estas baterías: de Europa o de otros lugares. Stellantis está construyendo una red de gigafábricas en lugares estratégicos. Una parte muy importante de la producción se ubicará en Europa.
Tesla, Ford y las marcas chinas eligen baterías LFP
El especialista chino CATL suministra baterías LFP a Tesla. Las marcas chinas Xpeng y Nio también han apostado por esta química. Morris Garage, propiedad de SAIC, es otra empresa de vehículos eléctricos que ofrece modelos con este tipo de batería en su gama.
China domina la producción de baterías LFP, con una producción que se espera alcance el 99,5% del total este año. Los analistas del sector advierten de que en 2030 China acaparará el 97% de este mercado.
Ford, que ha confirmado recientemente que incorporará baterías LFP a su gama de vehículos eléctricos, ha estimado que el uso de esta tecnología reducirá los costes hasta un 15%.