Es uno de los SUV más vendidos. También es uno de los pocos productos del mercado que combina motores diésel con motores eléctricos de reserva capaces de propulsar el coche por sí solos.
La idea de mejorar las prestaciones y el ahorro de combustible de un motor diésel utilizando motores eléctricos y baterías no es nueva. Hace años, Citroën (y sus modelos DS) y Peugeot comercializaron híbridos diésel. Hoy, algunos fabricantes, especialmente en el segmento premium, también cuentan con motores diésel microhíbridos en su gama de productos.
Pero conseguir que un coche diésel recorra más de 100 km sin consumir ni una gota de gasóleo, obviamente utilizando un sistema híbrido con baterías de gran capacidad -para un coche así-, es menos habitual. Y esa es probablemente una de las razones del éxito del SUV.
El Mercedes GLC es uno de los pocos vehículos del mercado con sistemas de propulsión híbridos enchufables con una autonomía superior a los 100 km, y uno de los pocos que utiliza tanto motores de gasolina como diésel en estos sistemas de propulsión.
100 kilómetros sin una gota de gasóleo o gasolina
Como decíamos, la mecánica híbrida enchufable del Mercedes GLC es una de las claves del éxito de este modelo, que acaba de rediseñarse por completo con su carrocería SUV y se ofrece a precios propios de un coche de gama alta. Mercedes-Benz ha comenzado el año con importantes subidas de precios en sus coches diésel y gasolina, mientras que ha mantenido los precios de la gama híbrida enchufable GLC.
Gracias a su mecánica híbrida enchufable, el Mercedes GLC 300 e 4MATIC puede recorrer entre 112 y 128 km en modo eléctrico sin consumir una gota de gasóleo. El GLC 300 e 4MATIC puede recorrer entre 118 y 130 kilómetros sin consumir una gota de gasolina.
A principios de este año, Mercedes-Benz revisó los precios de la gama GLC, aumentando significativamente los precios de los motores diésel y gasolina (ver precios GLC de diciembre) y manteniendo los precios de su gama híbrida enchufable. El precio del Mercedes GLC 300 4MATIC, por ejemplo, ha pasado de 65.253 euros a 72.525 euros, lo que supone un incremento del 11%.
Este es otro ejemplo de cómo los motores diésel y gasolina se encarecen, acortando distancias con los híbridos enchufables y los vehículos eléctricos como consecuencia de los objetivos de reducción de CO2 que deben cumplir los fabricantes de acuerdo con la normativa europea.