El exclusivo Bugatti Chiron fue presentado en 2016, entonces la marca francesa anunció una producción limitada de 500 unidades, que prácticamente voló entre los clientes más ricos del mundo gracias al brutal cambio que sufrió estéticamente respecto al Veyron. La marca francesa más lujosa del Grupo Volkswagen ya ha completado el 80% de la producción del modelo.
La unidad número 400 acaba de salir de producción y faltan cien más para que llegue a sus flamantes propietarios, que no pueden apresurarse porque el fabricante necesita dos meses para construir cada una a mano. Y hasta un año -o dos- si el cliente es muy sofisticado y requiere una personalización especial. Ese es exactamente el caso del propietario de este último Chiron Super Sport, en el que se han invertido miles de horas.
Bugatti Chiron Super Sport
Una creación que se presenta en un atractivo y elegante color verde oscuro, con hasta ocho capas de pintura, cada una de ellas pulida a mano, sobre la carrocería de fibra de carbono, revelando las tramas de material ligero que fluyen a la perfección entre los diferentes paneles. Este ejemplo especial también cuenta con llantas de aleación de magnesio y detalles especiales en el capó o los tapones de las ruedas con las iniciales de Ettore Bugatti, el fundador de la marca.
El estilo exterior se refleja en el interior, verdaderamente lujoso, que combina el mejor cuero negro Beluga en los asientos, con acolchado de diamantes en la banqueta y los respaldos, y el verde oscuro en los laterales, los reposacabezas -con una versión bordada del deportivo francés- y en el túnel de transmisión y los paneles de las puertas. También hay fibra de carbono expuesta, en la columna de dirección y en la cúpula del salpicadero. Una característica especial es el techo de cristal panorámico.
El Chiron Super Sport ofrecerá a su propietario sensaciones dinámicas de primer orden gracias al potente motor de gasolina de 16 cilindros en forma de W, soplado por cuatro turbocompresores y que genera una potencia máxima de 1.600 CV y otros 1.600 Nm de par motor, que irrumpen entre las 2.000 y las 7.000 rpm. Con tracción a las cuatro ruedas y una transmisión automática de doble embrague de 7 velocidades, la bestia francesa alcanza una velocidad máxima de 440 km/h.
