El término "puesta a punto" hace referencia al conjunto de operaciones mecánicas que se realizan en un vehículo para mantener su correcto funcionamiento y sus máximas prestaciones.
Este es un proceso muy importante para asegurar un buen funcionamiento y un alto rendimiento, especialmente cuando se trata de un coche que no es nuevo o que tiene muchos kilómetros.
Operaciones de mantenimiento
Llevar a cabo una revisión importante del vehículo de vez en cuando tendrá efectos visibles de inmediato. Hay que tener en cuenta que no se trata de una reparación, sino de una serie de medidas para prolongar la vida útil del motor.
Una de las operaciones a realizar es el cambio de aceite y del filtro de aceite para asegurar una buena lubricación de todos los componentes internos del motor.
Además del filtro de aceite, también es aconsejable cambiar los filtros de aire y de combustible, lo que reducirá el consumo de combustible y evitará daños mecánicos en el motor.
Otros elementos a tener en cuenta en la puesta a punto son las bujías si el motor funciona con gasolina, o las bujías de incandescencia si el motor funciona con gasóleo. Estos deben ser sustituidos cuando lleguen al final de su vida útil, ya que de lo contrario pueden causar daños en partes importantes del motor. También deben comprobarse todas las conexiones de los cables de alta tensión.
Es muy importante mantener los inyectores del motor limpios y en buen estado. En los motores diésel, una simple limpieza de la válvula EGR, encargada de recircular los gases, puede solucionar muchos problemas.
Una buena reparación debe comprobar los niveles de líquido anticongelante y el estado del termostato, así como el nivel del líquido de frenos o del líquido hidráulico para los sistemas de dirección asistida, para garantizar una seguridad y un rendimiento óptimos.
Por último, también es importante comprobar el estado del sistema de distribución, ya sea cadena o correa, el estado de la batería del vehículo y el estado de los neumáticos.
