Los inyectores se encargan de suministrar el combustible necesario a la admisión del motor del vehículo. Su función principal es garantizar que el combustible se distribuya uniformemente y a la presión correcta, evitando así los goteos. Los inyectores están situados en la parte superior de los cilindros, lo que permite la correcta inyección de combustible.
Consejos para un buen mantenimiento del sistema de inyección del vehículo
Hay algunos consejos de mantenimiento para prolongar la vida de tus inyectores y evitar tener que sustituirlos con demasiada regularidad. Son muy simples y fáciles de hacer. Son los siguientes:
Limpiar los inyectores con aditivos químicos
Muchas marcas de combustible utilizan estos aditivos en sus formulaciones. Ayudan a eliminar las impurezas que pueden contaminar los inyectores y a proteger el sistema de inyección.
Cambiar el filtro de combustible
Un buen filtro de combustible mantiene las partículas dañinas fuera del motor para que el combustible siempre llegue limpio al sistema de inyección. Sustituir el filtro de combustible es siempre más barato que sustituir los inyectores, así que asegúrate de cambiar este importante filtro cuando llegue el momento.
Evita acelerar el motor de forma repentina
Cuando el motor se revoluciona bruscamente, el consumo de combustible aumenta, al igual que la cantidad de emisiones de carbono liberadas. Las revoluciones del motor aumentan la cantidad de depósitos de carbono, lo que provoca un mayor desgaste del sistema de inyección.
Manten siempre limpios los inyectores
Es importante limpiar los inyectores si notsa que la entrega de potencia del vehículo no funciona correctamente o si notas un golpeteo durante la aceleración. También se recomienda limpiar los inyectores después de 100.000 km si es la primera vez, o cada 50.000 km a partir de entonces.
No conduzcas con el depósito en la reserva
Cuando se conduce un vehículo con combustible insuficiente, hay que tener en cuenta que se pueden haber formado depósitos en el fondo del depósito de combustible que pueden entrar fácilmente en el sistema de inyección. Si tu vehículo es antiguo y nunca has limpiado el depósito de combustible, es posible que con el tiempo los inyectores se obstruyan.
¿Qué fallos pueden afectar a los inyectores de un coche?
Hay dos tipos de fallos comunes que hacen que los inyectores fallen:
Fuga de combustible
Esto ocurre en las tuberías del propio sistema de inyección. Se detecta por la presencia de un fuerte olor a combustible.
Presencia de depósitos de carbonilla
Los depósitos de carbono provocan una atomización inadecuada del combustible, haciendo que los inyectores goteen e impidan una combustión adecuada. Este fenómeno puede acabar provocando un fallo del motor. La mejor manera de detectar la aparición de depósitos de carbonilla es prestar atención al humo que sale del tubo de escape. Si tiene un color oscuro intenso, significa que algo va mal en el proceso de combustión.