Mantener el coche limpio es una de las tareas de mantenimiento más importantes. No sólo para garantizar que esté en buen estado y que envejezca con buena salud, sino que la limpieza también tiene un gran impacto en la visibilidad, con las consiguientes implicaciones para la seguridad vial.
Lavado del coche con pistola limpiadora
Si optas por lavar tu vehículo a presión con una pistola hidrolimpiadora, serás tú quien limpie manualmente tu vehículo, por lo que podrás dedicar tiempo a cada zona que necesite ser limpiada.
El lavado a presión de tu coche es la forma ideal de mantener tu vehículo en buenas condiciones, dejando el exterior libre de suciedad y mugre. Sin embargo, esto requerirá más tiempo y dedicación.
Si no diriges la presión del agua hacia el posible desconchado de la pintura, el acabado de la misma sufre menos que con el túnel. Además, aunque el túnel de lavado suele disponer de una variedad de herramientas para limpiar el vehículo, puedes llevar tus propias herramientas de casa.
Lavado del coche en un túnel de lavado
Lavar el coche en un túnel de lavado es la opción perfecta si tienes prisa y quieres que tu vehículo quede impecable en poco tiempo. Pero hay algunos inconvenientes, como que los resultados no son tan buenos e incluso la pintura puede acabar con algunos pequeños arañazos.
Algunos de los cepillos del túnel de lavado, los más antiguos, no están en las mejores condiciones y acaban dañando la carrocería. Es cierto que esto no ocurre necesariamente en todos los lavados de coches; de hecho, si se mantienen adecuadamente, no necesariamente dañan el acabado de la pintura del coche.
Sin embargo, es más conveniente y puede ser más barato que el lavado a presión.
