La rotación de las ruedas como resultado del accionamiento del motor es llevada a cabo por la transmisión, que se encarga de convertir esta energía. El guardapolvo de la transmisión es parte de la misma y juega un papel importante en su correcto mantenimiento.
El fuelle de transmisión es un protector de goma que cubre las juntas hidráulicas de los ejes y diferenciales, evitando que elementos externos como el polvo, el agua o la suciedad los dañen. Esto es posible gracias a que retienen en su interior el lubricante, pero para entender mejor cómo funcionan y qué hacen, vamos a recapitular los elementos que componen la transmisión.
El volante motor, montado (como su nombre indica) en el motor, transmite su rotación a la caja de cambios a través del embrague. Si el motor está situado en un eje distinto del eje motriz, se hace a través del eje de transmisión. En cualquier caso, el diferencial se encarga de distribuir la rotación entre las ruedas a través de los palieres.
Los dos últimos elementos consisten en juntas de velocidad constante que se encargan de transmitir la rotación entre los dos ejes móviles. En este caso, entre el diferencial y los palieres o entre estos y la rueda. Estas juntas deben ser lubricadas y protegidas para que sigan haciendo su trabajo, de lo contrario se romperán y causarán daños a otras partes de la transmisión.
¿Qué ocurre si se rompe el fuelle de la transmisión?
Como ya se ha mencionado, una rotura parcial o total del fuelle hará que la suciedad entre en el interior del fuelle y provoque una fuga de lubricante. Si no se repara pronto, el pivote hidráulico se romperá, y si el problema persiste, el cojinete puede doblarse o aflojarse y acabar dañando el diferencial.
Por eso es tan importante inspeccionar y mantener los fuelles en buen estado, ya que son piezas poco costosas, pero pueden causar daños más caros si no están en buenas condiciones.
Normalmente, los fuelles se revisan al menos una vez al año con cada servicio regular, aunque si los fuelles se rompen entre servicios, la junta homocinética se deteriora rápidamente y puede no ser suficiente.
El coste de un fuelle de transmisión nuevo ronda los 70 euros, dependiendo de si la pieza es original y del tiempo que se tarde en cambiarla en el taller. La sustitución del fuelle del cojinete lleva menos tiempo, pero el fuelle del diferencial también requiere el desmontaje del cojinete y es ligeramente más caro. A esto hay que añadir el coste de la alineación de las ruedas, una operación que siempre se recomienda en estos casos.