Los Land Rover Defender son vehículos extremadamente capaces tanto dentro como fuera de la carretera, pero cuando se quiere más, hay que acudir al mejor, y por eso los británicos recurrieron a un especialista como Bowler Motors.
El Land Rover Defender 90 de carrocería corta se ha convertido en el Bowler Defender Challenge, una bestia de las carreras off-road para su propio campeonato que parece extremadamente apetecible.
Cuando se nos presentó por primera vez el nuevo Land Rover Defender, su aspecto distaba mucho del concepto Defender. Ya no era un coche espartano, sino uno muy refinado que había intentado dar un gran salto adelante en términos de habitabilidad y confort de marcha.
Ahora, Bowler Motors ha dado al Defender un nuevo impulso en el sentido off-road y lo ha convertido en un coche aún más capaz con un claro enfoque de competición. Sin tocar el asfalto, por supuesto.
Tomando el Land Rover Defender 90 como base para su menor distancia entre ejes, el Bowler Defender está preparado para su propio evento de siete carreras, que se celebrará en el Reino Unido el próximo año.
El modelo estándar está equipado con un nuevo kit de carrocería exterior con pasos de rueda reforzados, umbrales y parachoques mínimos, que en el caso del parachoques delantero también permiten el paso de más aire. También se ha añadido un esnórquel en el lado izquierdo para mejorar la capacidad de vadeo.
La protección es máxima gracias a los nuevos parachoques laterales y de bajos y a las nuevas llantas de 18 pulgadas de estilo rally calzadas con neumáticos todoterreno.
Hay más novedades en la configuración del chasis, ya que se ha modificado para incorporar una nueva disposición del chasis, mejorada y reforzada, desarrollada por Fox, con una altura 25 mm mayor. El interior también recibe una jaula antivuelco completa que no sólo proporciona protección sino que también mejora la rigidez general.
Todo el habitáculo ha sido despojado de todo lo innecesario, incluidos todos los asientos, que ahora se reducen a un par de asientos de carreras o a un volante de carreras. Curiosamente, el sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil se ha mantenido pero con funciones cambiadas. También se ha incluido un sistema de supresión de incendios.
Mecánicamente, la unidad de gasolina de cuatro cilindros turboalimentada de 2,0 litros y 300 CV se mantiene sin cambios. Por supuesto, todos los Bowler Defender serán idénticos para mantener la paridad mecánica y premiar sólo a los pilotos más rápidos.
Habrá 12 plazas en el campeonato Bowler Defender Challenge, para el que aún no se han anunciado las fechas. Lo que sí se sabe es el precio: 99.500 libras esterlinas (unos 117.500 euros al cambio actual), que incluye el Defender preparado, la inscripción en el campeonato y la cobertura técnica del evento.