Tengo que admitir que los vídeos a cámara lenta son una de mis pasiones. Sobre todo si estos vídeos nos permiten ver cómo funcionan ciertos elementos del coche, o si están rodados desde una perspectiva realmente exótica, como el interior de un neumático en movimiento. Esta vez queremos centrarnos en las carreras de dragsters, concretamente en su categoría "reina": Top Fuel. Bestiales monoplazas con más de 10.000 CV que cubren el cuarto de milla en poco más de tres segundos y superan los 800 km/h en un suspiro.
Está claro que la violencia mecánica que desatan estos motores no tiene parangón en todo el automovilismo. Estos enormes motores V8 tienen una cilindrada de más de 10 litros, están sobrealimentados y queman nitrometano -un alcohol de origen orgánico- y sus humos son tan nocivos que los conductores y los mecánicos llevan máscaras de oxígeno al arrancar el coche. Sus enormes envolturas traseras son de baja presión y se deforman sensiblemente cuando el coche se pone en movimiento.
En las carreras de aceleración, es casi imposible fijarse en los detalles más pequeños. Para cuando te das cuenta, el coche ha llegado a la meta o, en el peor de los casos, ha explotado o se ha estrellado contra el muro. Pero gracias a las cámaras SlowMo, que puede capturar 1.000 fotogramas por segundo, podemos ver lo que ocurre con los neumáticos cuando pasa por ellos toda la potencia del motor.
Al mismo tiempo, todos los silenciadores emiten visiblemente gases y combustible no quemado. La enorme potencia y el par motor hacen que el chasis se doble y retuerza como si fuera de plastilina. Todo esto se puede ver con detalle en los vídeos que acompañan a este artículo, pero es imposible de apreciar en la "explosión" contenida de poco más de tres segundos que es el paso de un dragster Top Fuel. Por eso estos vídeos son tan convincentes y a la vez tan educativos.