Como tal, hay muchos factores que afectan al rendimiento de nuestro vehículo. La forma de conducir, el uso del vehículo y la calidad de las piezas tienen un gran impacto en el vehículo. Aunque hay cosas que no se pueden cambiar, un mantenimiento adecuado puede prolongar su vida útil y también ahorrarte dinero.
Turbo
Una de las averías más caras que pueden producirse en un vehículo y, por tanto, una de las más temidas por los conductores, es el fallo del turbo. Nueve de cada diez coches que se venden hoy en día tienen un turbocompresor.
Esta pieza, amada por muchos y odiada por otros, está diseñada para aumentar el rendimiento del motor. Por supuesto, si se rompe, la reparación puede superar los 1.000 euros. También es posible acceder a recambios y piezas de segunda mano o reconstruidas cuyo valor oscila entre los 300 y los 600 euros, con algunos turbocompresores usados a precios de hasta 200 y 400 euros.
Caja de cambios
Otra de las partes más problemáticas, por lo que se enfrenta a los fallos más graves y costosos que podemos sufrir. Si se trata de una caja de cambios manual, como la mayoría en España, la reparación puede llevar nueve horas de trabajo y costar 4.580 euros.
En cambio, si se trata de una automática, supondrá diez horas de trabajo y un coste total de 7.650 euros . Para evitarlo, se recomienda conducir sin aceleraciones bruscas y con aceleraciones graduales.
Correa de distribución
La correa de distribución es un elemento mecánico muy susceptible al desgaste. Es imprescindible proceder a su sustitución de acuerdo con las especificaciones de cada fabricante. Como norma general, la sustitución debe realizarse entre 60.000 y 160.000 km o, si el vehículo no se utiliza, cada 5 o 6 años como máximo.
Si no se sustituye dentro de los límites de seguridad, la probabilidad de que se rompa una correa de distribución es muy alta. El problema es que si la correa de distribución se rompe, dejará fuera de servicio muchas piezas del motor. Como resultado, las bielas, los pistones, las válvulas, el árbol de levas, la bomba de agua e incluso el cigüeñal pueden verse afectados. La reparación de este tipo de daños puede ascender a 3.000 euros y, en algunos casos, enviar el coche al desguace.
Inyectores
También tenemos el sistema de inyección, que es el que debe suministrar la cantidad adecuada de combustible , en función de las necesidades del motor en cada momento. Cuando un inyector falla, puede causar daños en otras partes.
El coste de la sustitución varía entre 250 y 500 euros, dependiendo de si se trata de un motor diésel o de gasolina. La mejor prevención es cambiar el filtro de combustible con frecuencia y no llenar nunca el depósito de combustible.
Cigüeñal
Esta es otra parte importante en los motores de combustión interna. Se trata de un eje con manivelas y contrapesos, que se encarga de convertir el movimiento rectilíneo alternativo en un movimiento circular uniforme. Si lo comparamos con, por ejemplo, la correa de distribución o la caja de cambios, su coste disminuye, pero sigue siendo una de las averías más caras que puede tener nuestro coche.
Y precisamente lo que hace subir el precio es que para llegar a él hay que montar y desmontar varios elementos . Sustituirlo requiere unas 18 horas de trabajo y el precio es de unos 1.680 euros. Una de las señales que pueden alertarte de que hay problemas con el cigüeñal es si encuentras fugas de aceite.
