El fabricante de automóviles francés Citroën no es ajeno al estilo de vida de los monovolúmenes, ya que ha vendido casi 4,5 millones de ellos en todo el mundo en menos de 30 años. Su primer modelo de monovolumen fue el Citroen Evasion, que debutó en 1994, seguido del Xsara Picasso en 1999 y del C8, más grande, en 2002.
El Xsara Picasso fue el que más destacó por su excepcional confort y modularidad. Entre 1999 y 2012 se vendieron más de 1,76 millones de ejemplares en todo el mundo.
En 2006, el C4 Picasso y el Grand C4 Picasso se incorporaron a la gama, añadiendo tecnologías de confort como la consola central refrigerada, la suspensión neumática y el climatizador de cuatro zonas. En 2013, Citroen había vendido nada menos que 891.000 unidades del C4 Picasso, mientras que el más pequeño C3 Picasso (lanzado en 2009) vendió más de 650.000 unidades antes de ser descatalogado en 2019.
Luego, en 2014, se presentó el Grand C4 SpaceTourer, que presenta un diseño moderno tanto en el exterior como en el interior: el largo parabrisas y el techo panorámico de cristal hacen que este monovolumen sea bastante aireado.
El destino ha querido que el Grand C4 SpaceTourer siga siendo el último monovolumen de Citroën en salir a la venta, pero todo cambiará este mes de julio cuando se suspenda definitivamente la producción de este modelo.
La marca francesa afirma que los cambios en los hábitos de los clientes y la ampliación de su propia gama, que ahora incluye los nuevos C5 Aircross y C5 X, han llevado al fin de la producción del Grand C4 SpaceTourer. Por supuesto, esto no debería sorprendernos teniendo en cuenta que los crossovers han logrado hazañas mucho más impresionantes, como la de casi eliminar todas las berlinas en Estados Unidos.
Ahora bien, si es absolutamente necesario tener un gran monovolumen de Citroën, el fabricante seguirá vendiendo el e-Berlingo y el e-SpaceTourer, que son totalmente eléctricos y tienen capacidad para nueve pasajeros.
