Las mascotas no sólo comparten la mayoría de los momentos con sus dueños o familiares, sino que también viajan con ellos. Los perros y otros animales de compañía, al igual que los miembros de la familia que la componen, también viajan en coche, aunque no están exentos de respetar una serie de normas de circulación que deben cumplir, especialmente cuando se trata de posibles accidentes de tráfico.
Además, las multas por transportar incorrectamente una mascota en un coche son de 80 euros cuando está libre, y de entre 200 y 500 euros más seis puntos del carné de conducir cuando ocupa el asiento del conductor.
¿Y cómo llevar a un perro en el coche? Atarlo con un collar atado al cinturón de seguridad no es suficiente, ya que hay una holgura que puede permitir que el animal se mueva y tome el asiento del conductor, lo que es peligroso durante el viaje.
Por ello, la mejor manera de transportar a la mascota es instalando un separador que impida que el perro se mueva. Estos deben ser aprobados y probados contra accidentes. Así, debemos considerar los siguientes modelos que están en el mercado:
-Malla: es la forma más económica de transportar al animal. Se acoplan fácilmente a cuatro puntos fijos del vehículo. Los que son elásticos impiden que el animal se mueva, aunque en caso de colisión el animal no queda retenido.
-Extensores: suelen ser horizontales y verticales y se adaptan a la altura y anchura del vehículo. Evitan que la mascota entre en el espacio de los pasajeros.
-Barreras a madida: son rejillas hechas a la medida de cada vehículo y son una buena opción para mantener a los animales fuera.
-Transportín: es una buena opción, especialmente cuando el tamaño del animal es pequeño. Pueden colocarse en el asiento trasero. Algunos de ellos tienen agujeros para sujetarse con el cinturón de seguridad.