Comprender el vínculo entre la fatiga y la distracción es un paso fundamental para prevenir los accidentes de tráfico. No necesitamos decirte que los conductores distraídos son un problema importante en las carreteras de hoy en día, o que las consecuencias de conducir distraídos pueden ser terribles.
Se calcula que un 25 % de las muertes por accidentes automovilísticos se deben a distracciones al volante. En realidad, es probable que la cifra sea aún mayor, es difícil medir con precisión si un conductor estaba distraído en el momento en que tuvo un accidente.
Las cuatro principales causas de accidentes automovilísticos fatales son:
- exceso de velocidad
- consumo de alcohol
- fatiga
- falta de atención/distracción.
Las cuatro causas son prevenibles. En términos de exceso de velocidad y consumo de alcohol/drogas, sabemos lo que debe suceder a nivel individual y en términos de vigilancia vial y aplicación de la ley.
Sin embargo, cuando se trata de fatiga y distracción, el problema es más complejo.
¿Distraído cómo?
Entonces, ¿qué significa exactamente 'conducir distraído'? En términos generales, significa que un conductor está prestando atención a otra actividad mientras conduce.
Debido a que no somos tan buenos para realizar múltiples tareas como nos gustaría pensar que somos, cuando nuestro enfoque cambia a otra actividad, puede reducir nuestro estándar de conducción. Podemos:
- Ser menos observadores
- Reaccionar lentamente a los peligros
- Aumentar la velocidad sin darse cuenta
- Disminuir la distancia de seguimiento
- Tomar malas decisiones de conducción.
Las distracciones del conductor se pueden dividir en dos categorías:
Externas
La distracción externa incluye interrupciones en la concentración que son:
- Visual (quitar la vista de la carretera)
- Manual (quitando las manos del volante)
- Auditivo (no escuchar lo mejor posible).
Cognitivas
La distracción cognitiva es interna y ocurre cuando no se puede permanecer atento o se está pensando en algo que no está relacionado con la conducción. Por lo general, las distracciones cognitivas significan que se presta menos atención a la exploración del entorno de la carretera y a la revisión de los espejos en busca de peligros. También se puede subestimar lo distraído que se está.
¿Dónde entra la fatiga?
La fatiga intensifica la medida en que nos distraemos y, de hecho, es la causa subyacente de la conducción distraída.
Cuando se trata de distracciones externas (por ejemplo, cuando nuestra atención se desvía por algo que vemos al costado de la carretera), es más probable que afecten nuestro rendimiento de manejo cuando nuestra atención ya está comprometida porque estamos cansados.
La distracción cognitiva está aún más estrechamente relacionada con la fatiga. La 'mente errante' o 'distraído' que experimentamos cuando estamos distraídos cognitivamente es a menudo un resultado directo de la fatiga.