Es fácil olvidarse de revisar el refrigerante, pero es tan importante como el aceite. El anticongelante, cómo también se le conoce, eleva el punto de ebullición del sistema de refrigeración en verano, reduce el punto de congelación en invierno y protege el motor y el sistema de refrigeración de la corrosión. Estas funciones evitan que el motor se sobrecaliente o se congele cuando se conduce en climas extremos.
Es necesario cambiar el refrigerante de forma regular, porque los productos químicos que contiene se descomponen y pierden eficacia con el tiempo. Este uso acaba generando óxido y lodos que pueden dañar el sistema de refrigeración. Si el sistema de refrigeración se daña, se corre el riesgo de que el motor se sobrecaliente, un error mucho más costoso que pagar por un lavado de refrigerante.
Cómo encontrar el líquido adecuado
Cuando llegue el momento de rellenar o hacer un lavado completo del sistema, tendrás que encontrar el refrigerante adecuado. Sería conveniente que todos los fabricantes utilizaran el mismo refrigerante, pero no es así. Hay tres tipos principales de refrigerante que utilizan las empresas de automóviles: aditivos inorgánicos, ácidos orgánicos y ácidos orgánicos híbridos.
Normalmente, los coches más antiguos utilizan inorgánicos. Debe cambiarse cada dos años o cada 40.000 kilómetros, por lo que es muy inferior a las nuevas fórmulas.
Una de esas fórmulas nuevas es la orgánica. Los vehículos que utilizan esta fórmula normalmente requieren un cambio después de cinco años o 80.000 kilómetros.
Por último, la fórmula híbrida es una derivación de la orgánica que requiere el mismo intervalo de cambio a menos que se especifique lo contrario.
La forma más fácil de asegurarse que se usa el anticongelante adecuado es mirando el manual del vehículo o acudiendo directamente al concesionario del vehículo.
Anticongelantes pre-diluidos.
Hace años, el refrigerante se vendía siempre como refrigerante puro, y tenías que diluir el líquido tú mismo con agua. Todavía hay quién lo hace así, como por ejemplo Volkswagen. No obstante, el pre-diluido es más conveniente, por supuesto, aunque terminas pagando mucho más por menos refrigerante.
Además de las opciones venta de equipo original, las tiendas de recambios de automóviles tienen diferentes marcas de refrigerante del mercado secundario. Ofrecen versiones que dicen que funcionan para marcas específicas o países concretos en general (el país en el que se fabrica un coche suele ser un buen indicador del tipo de refrigerante que necesita).
¿Pero qué pasa con los refrigerantes de diferentes colores?
La verdad es que el color no es un indicador fiable del tipo de refrigerante que tiene. Por ejemplo, los refrigerantes orgánicos suelen ser de color naranja, amarillo, rojo o morado. Los refrigerantes híbridos son de color naranja y amarillo en su mayoría. Luego, el refrigerante inorgánico más antiguo es verde. Los refrigerantes que venden los fabricantes pueden confundir aún más las cosas, como el refrigerante azul de Honda.
Es por eso que necesitarás leer lo que dice la botella y no confiar en el color específico del contenido. Si la descripción de la botella te ha confundido, consulta el manual del propietario para saber cuál es el tipo de refrigerante correcto.
Pero todo esto no sirve de nada si olvidas el proceso dentro de unos años. Así que anota el refrigerante que utilizaste y cuándo lo hiciste, para estar preparado cuando tu motor necesite inevitablemente un lavado dentro de unos años.