A pesar de las restricciones de circulación impuestas por el gobierno nacional en el último año, se reportaron cientos de víctimas fatales producto de siniestros viales. Conforme a las cifras oficiales de la Dirección General de Tráfico, durante el 2020 se produjeron 797 accidentes mortales que dejaron un saldo de 870 personas fallecidas.
Las cifras son menores que los años anteriores, gracias a las mejoras que se han generado en los sistemas de seguridad activa de los vehículos. Sin embargo, se deben implementar medidas de seguridad adicionales para alcanzar el objetivo de reducir al mínimo las probabilidades de accidentes y sus consecuencias.
Por mucho que avance la tecnología, es necesario poner todo de nuestra parte para evitar riesgos innecesarios, y prever antes que curar, procurando dormir las horas necesarias antes de conducir o evitando el alcohol por completo. También es una buena fórmula evitar los seguros más económicos con coberturas exiguas, y eligiendo un seguro a terceros ampliado o a todo riesgo, es una forma de estar más protegido al volante.
¿Qué son los sistemas de seguridad activa?
Los sistemas de seguridad activa son los componentes que reducen el riesgo de accidentes automovilísticos. Hoy en día conviven en el mercado vehículos con sistemas tradicionales, actualizados y completamente nuevos.
Sistema de frenos.
El sistema de frenos es la principal medida de seguridad activa del automóvil, ya que detiene el movimiento del mismo. Debido a su importancia, se han desarrollado una serie de sistemas complementarios para optimizar su uso, llamados ABS, EBD y BAS.
El sistema de frenos antibloqueo ABS impide que se traben las ruedas al frenar para que el conductor pueda maniobrar. El sistema EBD distribuye la potencia de frenado en las cuatro ruedas para no sobrecargar ninguna. Por último, el BAS asiste al frenado de emergencia accionando la máxima potencia hasta que el automóvil se detiene por completo.
Sistema de suspensión.
El sistema de suspensión le da estabilidad al vehículo. Si bien la mayoría de los automóviles cuentan con suspensión convencional, hay muchos modelos que poseen tecnología novedosa. Por ejemplo, el nuevo Volkswagen Gol tiene una suspensión adaptativa electrónica y el A8 de Audio cuenta con una suspensión predictiva.
Sistema de iluminación.
El sistema de iluminación hace que la conducción sea mucho más segura, sobre todo durante las horas de la noche. Sirve para ampliar nuestro rango de visión, indicarles a otros conductores qué maniobras vamos a realizar y ser visibles en la carretera, aunque esté muy oscuro.
Con el paso del tiempo tanto el sistema de xenón como las lámparas halógenas fueron reemplazadas por luces led. Además, los nuevos vehículos que salen al mercado poseen alumbrado adaptativo AFS. Consiste en faros inteligentes que regulan el haz de luz, activan el indicador de giro y encienden la luz de freno de forma automática, conforme a los movimientos del volante, el clima y la velocidad de circulación.
Durante las horas del día las luces también cumplen un papel fundamental para evitar atropellamientos y choques frontales. Desde el año 2011 los faros DRL de conducción diurna que son visibles a contraluz son de uso obligatorio en la Unión Europea.
Neumáticos.
Los neumáticos deben asegurar la correcta adherencia del vehículo al pavimento, impidiendo los deslizamientos y evitando los vuelcos. Para que cumplan su función deben ser de buena calidad, tener el tamaño adecuado para la llanta y contar con un dibujo de la profundidad indicada por el fabricante.
También es fundamental comprobar que poseen la presión correcta. Desde el año 2012 en la Unión Europea es obligatorio que los nuevos modelos de vehículos cuenten con un sensor de presión de neumáticos TPMS. Se emite una alerta si la presión se encuentra por debajo del 25%.
Según Simón Valín, Director de Marketing de Norauto España, el 55% de los accidentes que se producen por fallos mecánicos se deben al mal estado de los neumáticos. El restante 45% está vinculado con defectos en los frenos, la iluminación y la dirección.
