Los tiempos cambian a pasos agigantados y la forma de consumir lo ha hecho con ellos. Antes era necesario comprar una película o un disco, mientras que ahora tenemos miles de plataformas para consumirlos ¿Por qué no iba a ocurrir algo parecido con los coches? El renting para particulares está tomando un gran protagonismo en el mercado automovilístico gracias las ofertas de empresas como Arval.
Pero ¿realmente vale la pena el renting para particulares? ¿Es más rentable que la compra o todavía es mejor adquirir el coche en propiedad? ¡En este artículo obtenemos la respuesta!
Pros y contras del renting
El renting nació como una alternativa para las empresas y autónomos y su principal ventaja radica en que todos los pagos referentes a impuestos, seguro, mantenimiento y reparaciones se reúnen en una cómoda cuota mensual. Debido a esto, es mucho el tiempo y las preocupaciones que se ahorra el usuario.
También es una ventaja poder cambiar de auto cada cierto tiempo sin tener que realizar un gran desembolso inicial. El renting para particulares permite cambiar a nuevos modelos con mejores tecnologías de seguridad o a vehículos que se adaptan mejor a la nueva situación vital del usuario, como podría ser el aumento de la familia.
Por otro lado, el renting para particulares tiene dos inconvenientes. Hablamos del límite de kilometraje y de la configuración del vehículo.
Un usuario de renting no podrá superar el kilometraje contratado si no quiere pagar por cada kilómetro adicional. Del mismo modo, no podrá elegir el tipo de motor, el color o la configuración de los extras, algo que a la mayoría de usuarios no importará en exceso.
Pros y contras de la compra
La compra de un auto nuevo supone tener el vehículo en propiedad, con todo lo que ello conlleva. Por un lado, ofrece más libertad a la hora de elegir color, motorización, extras y, por supuesto, de hacerle kilometraje.
Pero, por otro lado, es el usuario el encargado de realizar el pago y la gestión de todos los gastos que conlleva tener un coche, sin mencionar el gran desembolso inicial que supone la compra del vehículo. Aunque en caso de avería, podrá llevar el coche a un taller de confianza, mientras que el renting limita este aspecto a los talleres oficiales.
¿Qué es más rentable?
Una vez vistos las ventajas e inconvenientes más prácticos del renting y la compra, ¿qué es más rentable sobre el papel? La siguiente infografía puede ayudarnos a verlo de una forma más clara.
A nivel económico, la balanza se decanta indudablemente a favor del renting para particulares ya que el ahorro está claro. A nivel práctico, es más cómodo y barato, no es necesario realizar un gran desembolso inicial y es posible cambiar de vehículo cada poco tiempo.