En el mercado automovilístico se venden dos coches usados por cada coche nuevo. Comprar un coche de segunda mano es una operación en la que nunca podemos dar nada por seguro y en la que el negocio nos puede salir poco rentable, por eso es importante informarse y comparar, para que todo salga bien.
El precio es la razón principal por la que nos decantamos a comprar coches de segunda mano. Se deprecia menos que uno nuevo y los trámites y la gestión de la compra se realiza mucho más rápido que a través de un concesionario.
No obstante, podemos encontrar vendedores que no hayan tratado bien el auto o que quieran ocultar fallos. Te damos algunos consejos para que no te la cuelen a la hora de comprar un coche de segunda mano.
Ten claro lo que buscas
Interrógate a ti mismo y piensa… ¿para qué vas a utilizar el coche? ¿Lo vas a utilizar tú solo o vas a transportar a la familia? ¿Vas a conducir por la ciudad, por la autovía o por el campo? ¿Cuánto combustible quieres que consuma?
A través de estas preguntas selecciona el segmento que más te convenga y, dentro de este, los modelos que más te atraigan.
La información es poder
Hoy en día, cualquiera puede enterarse de todo si le pone ganas. Adéntrate en internet y busca información sobre el vehículo que quieres comprar. Análisis, fotografías, informes… Hazte un experto para que no te la cuelen.
¿Particular o empresa?
Comprar a una empresa te ofrece más garantías, aunque el precio siempre será más elevado. En cambio, con un particular es más difícil reclamar. Si eliges particular, haz un contrato de compraventa con 6 meses de garantía.
Observa con detenimiento
No te dejes llevar por el impulso y dale un buen repaso al auto antes de firmar nada. Haz una revisión de 360 grados. Si en la parte de los faros notas que uno está más viejo que el otro, puede que hayan tenido un golpe. También puede ser un indicador de impacto las ondulaciones en la chapa y las puertas. Comprueba que cierren correctamente y que no cambie el tono de la pintura en las bisagras. Vigila la aparición de óxido o soldaduras extrañas. También tendrás que tener en cuenta elementos que no estén en la ficha técnica, como alerones o ruedas.
Haz una prueba
Prueba el coche en carretera y ciudad, comprueba la marcha atrás y en ningún momento pongas la radio o bajes las ventanillas, así podrás escuchar como se comporta el coche en todo momento.
Pregunta todo lo que consideres al antiguo dueño, ten cuidado con los cuentakilómetros trucados (aunque hoy en día es más difícil que suceda) y asegúrate de que todos los papeles estén en regla.