Hace unos meses, la DGT realizó algunos cambios en el Reglamento de Circulación en vista al incremento de los vehículos de movilidad personal en nuestras calles. Su intención con esto, unificar las normativas que hasta entonces eran responsabilidad de cada municipio para que sean reguladas dentro del marco estatal.
Hoy ya sabemos cuáles son las multas más comunes en los conductores de patinetes eléctricos. ¿Cuántas habrás hecho sin darte cuenta de que te estás jugando una sanción?
Aparcar en zonas prohibidas
Las sanciones mayoritarias son las referidas al aparcamiento. Solemos pensar que el patinete se puede dejar en cualquier lugar, pero la verdad es que se puede dejar en la acera, siempre y cuando no obstaculice el paso. Hay que situarlo lo más cerca posible del bordillo, dejando tres metros de zona libre para el flujo del tráfico y evitando los pasos de peatones, paradas de bus y de taxi.
Circular por aceras
Ni a baja velocidad. El lugar del patinete es la calzada, alejado de los peatones. Tampoco se puede circular por vías interurbanas, travesías, autovías y autopistas, ni por túneles urbanos.
Conducir con auriculares
A la hora de conducir cualquier vehículo, no se puede llevar ningún auricular ni elemento que evite que escuches el tráfico o los avisos acústicos. Mucha gente suele utilizar auriculares al montar el patinete eléctrico, pero la multa puede ascender a los 200 euros.
Cruzar el semáforo en rojo
Hay personas que suele hacer caso omiso de señales viales de la misma manera que circulan por asfalto o aceras según les conviene. Saltarse los semáforos o utilizar pasos para peatones también es una de las sanciones más comunes.
Conducción nocturna
No es multable utilizar el patinete eléctrico por la noche, pero sí lo es hacerlo sin elementos de visibilidad. Para viajar en VMP sin miedo a ser multado de noche, es necesario contar con alumbrado y prendas reflectantes.
Hablar por el móvil
Como con cualquier vehículo, llevar el móvil en la mano puede suponer una multa de 200 euros.
Alcohol y drogas
Otra norma común en todos los vehículos y sus conductores. No se permite conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas. Hacerlo pone en riesgo la seguridad del resto de la vía y de la nuestra propia, por lo que es un delito tipificado. La multa depende de la cantidad de alcohol en sangre.
