Un diferencial es un componente mecánico que equipan todos los coches comunes y algunos eléctricos. Se trata de un mecanismo capaz de distribuir el movimiento del motor a las diferentes ruedas y hacer que unas giren a mayor velocidad que otras en determinados momentos. Algo imprescindible a la hora de tomar curvas.
¿Qué es un diferencial?
La misión del diferencial es la de transmitir la fuerza de giro de un único motor a más de una rueda. Está situado entre las ruedas motrices para, así, poder dividir la tracción entre la rueda izquierda y la derecha.
El diferencial está equipado en el eje que delantero o trasero según su tipo de motricidad, mientras que los automóviles con tracción integral están equipados con dos diferenciales, uno para cada eje.
El diferencial debe admitir un número diferente de vueltas entre cada rueda, ya que a la hora de tomar curvas las ruedas del interior realizan un trayecto más corto que las del exterior. Si no hubiera diferencial, las interiores se verían arrastradas por las exteriores.
Partes de un diferencial
El diferencial se divide en tres partes principales:
La corona es el engranaje que transforma el eje de giro que llega de la caja de cambios. Para ello, adapta este eje a uno compatible con las ruedas.
Los satélites son los encargados de absorber la diferencia de giro entre los paliéres. Son unos piñones soldados a la corona que giran libremente y que se encargan de transmitir el giro desde la corona a los paliéres.
Los planetarios se sitúan al final de la cadena. Se trata de los piñones que reciben el movimiento de los satélites para que los palieres giren