Pasar la ITV es uno de los momentos más exasperantes a los que tiene que enfrentarse un conductor, sobre todo si su coche ya tiene algunos años a las espaldas.
Además de tener que pagar una buena cantidad de dinero, está la incertidumbre de no saber si nuestro auto la pasará o no. Esto provoca que nos sintamos como si el examen nos lo fuesen a hacer a nosotros en lugar de al automóvil, y eso pone de los nervios a cualquiera.
Documentación
Este apartado está formado por los tres jinetes del apocalipsis, la Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos, el Permiso de Circulación y el Seguro en Vigor para pasar la ITV. Si has perdido alguno de estos tres documentos, tienes un problema y deberás intentar renovarlos, con el tiempo y dinero que ello conlleva. Por suerte, para poder comprobar que tienes el seguro en vigor, tan solo es necesario mostrar la factura y hoy en día es fácil almacenarla en el smartphone.
Carrocería
En la ITV miran con lupa que elementos como la matrícula, el paragolpes o los retrovisores estén bien sujetos y sin ningún tipo de desperfecto. También comprobarán que no haya ningún saliente ni pieza dañada que pueda resultar cortante.
Faros
Comprueba bien todas las luces antes de ir. No hay peor momento para saber de la existencia de un faro fundido o una bombilla desviada que en la propia ITV. Estos problemas pueden ser considerados faltas graves y pueden ser suficiente para no pasar la ITV. Uno de cada cuatro vehículos no pasa la inspección por motivos relacionados con las luces.
Limpia parabrisas
Comprueba que el depósito de líquido limpiaparabrisas está lleno y que los limpias se encuentran en perfecto estado y funcionan correctamente. Pocas cosas son más frustrantes en esta vida que no pasar la ITV por algo como esto.
Parabrisas
Si hay algún chinazo o desperfecto en la zona de visión del conductor del parabrisas ya tenemos motivos de sobra para no pasar la ITV. Reparar estos desperfectos puede resultar más barato de lo que pensamos. Incluso muchos seguros los cubren.
Interior
En el interior se comprueban los anclajes de los cinturones de seguridad, el funcionamiento del cuadro de mandos y el claxon. Compruébalos todos antes de ir a la ITV y, como truco extra, limpia bien el coche por dentro y por fuera. Un coche limpio causa una impresión diferente a la que causa un coche en mal estado, así que ponte manos a la obra y no lleves el coche sucio.