El aceite es fundamental para que el motor de un coche funcione bien lubricado. El lubricante contiene propiedades que evitan que el motor se sobrecaliente, que sufra demasiado desgaste y además limpia las impurezas.
Por ello, hay que vigilarlo y procurar darle el mejor mantenimiento posible. Desde todomecanica.com ofrecemos algunas claves para que tengas en cuenta este valioso elemento.
¿Cuándo cambiar el aceite?
Aunque cada automóvil puede sufrir variantes según el tiempo y el kilometraje que el aceite debe tener, se estima que en el caso de los coches nuevos se debe sustituir cada dos años o cada 30.000 km. Para los autos de más de 15 años se recomienda cambiar el aceite cada año o antes de los 10.000 km.
La diferencia se debe a que los coches nuevos utilizan un aceite que contiene aditivos encargados de proteger el motor, mientras que en los coches antiguos se utilizan aceites semisintéticos o naturales, cuya duración es menor.
También influye el uso que se le de al automóvil. No es lo mismo utilizar el coche para realizar pocos viajes de largo recorrido, que usarlo para realizar muchos viajes de corto alcance, lo que provoca muchos arranques con el aceite en frío.
Así que, por lo general, los fabricantes recomiendan cambiar el aceite del motor una vez al año, pero para cumplir las fechas del cambio de aceite, lo mejor es consultar la información relativa a este elemento en el manual del automóvil.
Si no dispones de un manual para tu auto, recuerda que puedes descargarlo en PDF desde la página ‘manuales’ de todomecanica.com.
Control del aceite
Si todo en el motor funciona correctamente, el nivel del aceite de tu coche no debería disminuir, pero es un elemento al que afectan las temperaturas y el repetido uso, por lo que puede sufrir un desgaste prematuro y una bajada del nivel. Por eso, lo más recomendable es controlarlo aproximadamente una vez al mes y, si fuese necesario, rellenar el depósito con aceite nuevo hasta que el nivel se regule.
Por supuesto es imprescindible seguir el plan de revisiones recomendado por el fabricante, esto reduce el riesgo de averías y evita fallos mecánicos que pueden llegar a ser irreversibles.
