La niebla es un fenómeno meteorológico compuesto por partículas de agua suspendidas en el ambiente que reducen considerablemente la visibilidad y aumenta la dificultad para conducir en determinados momentos. Por eso, desde todomecanica.com traemos unos consejos para que conducir en caso de encontrarla en un viaje.
Cuidado con las luces
Cuando hay niebla se deben que utilizar las luces de cruce y posición, nunca las largas. Éstas se reflejan en la propia niebla reduciendo la visibilidad del conductor y molestando al resto de conductores.
Las luces antiniebla traseras son obligatorias en todos los vehículos y se utilizan para ser vistos en situación de poca visibilidad. Las antiniebla delanteras son opcionales y se suelen instalar lo más cerca posible del suelo para poder atravesar la niebla desde abajo.
La Regla 3V
La DGT aconseja utilizar la Regla de las 3V: Visibilidad = Velocidad = Vehículo delantero. Esto quiere decir que se debe adaptar la velocidad y la distancia de seguridad con el vehículo delantero en función de la visibilidad. Si solamente se puede ver hasta los 50 metros, hay que conducir a 50 km/h y mantener una distancia prudencial del vehículo delantero de 50 metros.
Al entrar en un banco de niebla hay que regular la velocidad paulatinamente, ya que al hacerlo de golpe puede producirse una colisión trasera con un vehículo que todavía no haya aminorado.
Por la derecha
Ante niebla muy densa, la DGT indica que hay que prestar atención a las marcas viales de la derecha. En caso de conducir por autovía o autopista siempre hay que mantenerse en el carril de la derecha.
Despeja el parabrisas
Debido al agua suspendida en el aire, en el parabrisas suele acumularse humedad poco a poco, por lo que hay que activar el limpiaparabrisas de manera intermitente.Si se forma vaho en el interior, hay que dirigir la ventilación hacia los cristales. En caso de que el vaho sea muy persistente, habrá que bajar un poco las ventanillas.
Tómale el pulso al freno
Pisar el freno de manera suave e intermitente ayudará a evitar un bloqueo de las ruedas inesperado. De esta manera, se puede manejar el coche con cuidado en caso de encontrar hielo negro, un peligroso e imperceptible fenómeno que se produce cuando el asfalto desciende de los cero grados y entra en contacto con la niebla.
Silencio
Conducir con niebla requiere máxima concentración y poner todos los sentidos, para ello es buena idea apagar la radio. El oído puede ser de ayuda a la hora de detectar la presencia cercana de otros autos. En los cruces se puede bajar la ventanilla para aumentar la seguridad a la hora de percibir los coches.
Parar es una buena opción
En una situación de niebla espesa y de noche, no importa cuantas precauciones se tomen, la conducción siempre puede ser insegura. Por ello hay que mantener la calma y, si la situación no mejora y la conducción causa fatiga, siempre se puede parar en un lugar seguro, avisar de que se va a llegar tarde y retomar la marcha cuando se haya descansado y las condiciones hayan mejorado.
En caso de percance hay que poner los intermitentes de emergencia lo antes posible, encender luces y antiniebla, parar en el lado derecho, o más alejado posible y abandonar el vehículo por la parte derecha con ropa de abrigo y chaleco reflectante.
Conduce sin prisa
Es fácil entrar en pánico y querer pisar el acelerador para salir lo antes posible del banco de niebla, pero esto puede ser muy peligroso. La falta de visibilidad y la alta velocidad pueden provocar una colisión con otro vehículo que sí haya adecuado su velocidad.
Atención a los vehículos de 2 ruedas y a los peatones
Los peatones y los ciclistas son los usuarios de la vía menos visibles, por eso hay que tomar grandes precauciones a la hora de conducir en situación de baja visibilidad.