El mercado de los autos de segunda mano viene creciendo desde los últimos años. Actualmente, por cada coche nuevo se venden dos usados, sobre todo entre particulares.
Comprar un coche usado es una gran elección. Hay mucha oferta y podemos encontrar auténticas gangas. Lo único malo es el desconocimiento sobre cómo se ha tratado el automóvil en el pasado.
Por eso te traemos una completa guía para que tengas en cuenta todos los aspectos a la hora de adquirir un coche de segunda mano.
¿Qué coche elegir?
Las razones para comprar un coche de segunda mano pueden ser muchas, obtener tu primer coche, comprar un auto polivalente de uso diario sin tener que depender de un banco o conseguir ese coche del que te enamoraste y que no te pudiste permitir en su día.
Sea como sea, lo primero que debes hacer es pensar bien lo que necesitas e investigar todo lo referente a ese automóvil.
¿Dónde comprarlo?
Una vez hayas tomado la decisión del modelo, toca elegir entre comprarlo a un particular o a una empresa especializada.
La venta entre particulares agiliza el proceso y abarata costes, pero en caso de que algo salga mal puedes verte en un proceso algo tedioso.
Los centros especializados o concesionarios suelen ofrecer garantía en caso de pequeños fallos ocultos que puedan surgir más adelante, pero los precios tienden a ser más altos.
Elijas lo que elijas, no dejes de pasar por la sección de compra y venta de la página de Todo Mecánica, donde podrás encontrar coches de todo tipo o poner tu automóvil en venta.
Motor
Comprueba qué tal arranca el coche en frío y observa si mantiene el ralentí o si desprende algún olor o humo azul. Un humo demasiado blanco o negro también sería mala señal. Para esto es mejor que te desplaces tú al lugar donde se encuentre el vehículo si es posible.
Durante la prueba en carretera pon atención al desarrollo del motor. Perdidas de potencia momentáneas o lagunas durante la aceleración pueden ser síntomas de que algo se sale de lo normal.
Una vez el motor haya alcanzado la temperatura óptima para su funcionamiento, vuelve a realizar una prueba de arranque. Si algo falla en este estado puede deberse al sensor del cigüeñal o al árbol de levas.
Carrocería
Mucha gente suele decir que lo más importante es el motor, pero pintar un coche completamente puede que te salga más caro que cambiar el motor, así que cuidado.
Existen problemas de corrosión y óxido que también son costosos de reparar o que directamente no pueden arreglarse, así que presta atención a la carrocería y al chasis. Sobre todo en el suelo del interior, en la parte inferior de las puertas, en las taloneras y en las esquinas más pronunciadas.
Suspensión y dirección
Observa que el desgaste es regular en todas las ruedas, si no es así puede tener algún tipo de problema.
Comprueba que el coche está bien nivelado, que no rebota demasiado y que no realiza ruidos en los baches ni comportamientos extraños en las curvas.
Procura girar completamente el volante a ambos lados para observar la fluidez de la dirección y si realiza algún ruido extraño.
Cambio
Prueba que todas las marchas entren correctamente y con suavidad. También pon atención al tacto, recorrido y ruido del embrague.
Si vas a comprar un coche automático de segunda mano comprueba que la caja de cambios suba y baje de relaciones adecuadamente en todos sus modos de funcionamiento.
Mantenimiento
Fíjate en que todo esté al día. Cuando compras un coche de segunda mano debes ser consciente de que tarde o temprano habrá que cambiar algo como las ruedas o los discos de freno. Es inevitable. Pero si su actual dueño no lo ha ido haciendo hasta ahora, significa que el coche no está bien cuidado.
Los detalles
Echa un vistazo a los bajos, a las posibles pérdidas de aceite y al desgaste de diversos elementos como el volante, los pedales, las gomas de las puertas, la tapicería de los asientos y la del techo.
Comprueba el correcto funcionamiento de los mandos y de todas las luces (largas, cortas, de posición, de frenado, antiniebla e intermitentes). Si observas algún testigo encendido es señal de que algo falla.
No dudes en preguntar por cosas como el cambio del líquido de la caja de cambios o el de la dirección, son elementos que pierden sus propiedades con el tiempo y que conviene reponer cada ciertos kilómetros.
También hay otros elementos como la calefacción, los retrovisores, los elevalunas eléctricos, el cierre centralizado o el sensor del asiento del copiloto que no son muy caros de reparar. Si no funcionan bien utilízalos para negociar un mejor precio.
Documentación
Es importante comprobar que la documentación del vehículo de segunda mano que nos disponemos a comprar esté al día.
Puedes pedir un informe del estado del vehículo a la DGT. Solamente es necesario contar con el DNI electrónico, la matrícula o el número de bastidor y pagar la tasa correspondiente (unos 8€) para tener acceso al historial de embargos, de la ITV, kilometraje y número de titulares anteriores entre otros datos.
La ficha técnica del vehículo también puede darnos cierta información sobre el kilometraje según el historial de la ITV o si posee elementos que no están homologados.
Además, podrás conocer para qué se ha utilizado el auto anteriormente. Si en el apartado de clasificación del vehículo aparece la cifra 1040 o 1005 tachada, significa que el coche se ha utilizado como taxi o como vehículo de autoescuela. El 1000 es el código para los turismos.
Si el número de chasis termina en R, significa que se ha cambiado parte o su totalidad debido a un buen golpe o a la corrosión.
