¿Tu coche te ofrece las prestaciones que necesitas, pero a veces notas que le falta algo? ¿Estás muy contento con él, pero a veces le pedirías solo un poquito más de empuje para alcanzar la potencia ideal?
Debes saber que con unos pasos se puede subir la potencia de todos los automóviles, ya sean gasolina o diésel. Los más sencillos y baratos son los métodos físicos, pero para los que tengan ganas de marcha, también existen ciertas modificaciones electrónicas.
Dependiendo del tipo de motor, podremos aumentarla de forma más o menos considerable. Los motores gasolina turbo son los que más margen de mejora ofrecen debido a que permite mayor entrada de aire a la cámara de combustión. Por otro lado, los motores de gasolina atmosféricos ofrecen un margen menor, del 10% aproximadamente.
Métodos físicos
Existen un par de posibilidades que no son muy caras y que pueden hacer de un utilitario una máquina sorprendentemente potente.
Kit de admisión de rendimiento deportivo
También conocidos como kit de admisión directa o filtros de aire deportivos, aunque hay quien los llama filtros de potencia. Dependiendo del tipo de motor será de diferente forma, pero básicamente, se trata de un filtro capaz de llevar aire más frío y limpio al motor que la admisión original.
La colocación debe realizarse en una situación óptima, alejando el filtro de fuentes de calor y situándolo en el mejor lugar para aspirar el aire frío del exterior.
Otra de las ventajas de este tipo de admisiones es que son de fácil mantenimiento, pudiendo alargar su vida útil tanto como la del coche si se limpia con regularidad.
Sistema de escape
El flujo de escape es fundamental para aumentar la potencia de tu coche. No estamos hablando de un silencioso que le dote de sonido potente, sino de un sistema dotado de una geometría optimizada que permita el mayor flujo de escape posible.
Cambiando los colectores de escape podremos sustituirlos por otros con un diámetro mayor que ayuden a aumentar la expulsión.
Métodos electrónicos
Anteriormente, para modificar la potencia de manera electrónica era necesario instalar un chip de potencia. Actualmente, la tecnología se ha apoderado de casi todo y la mayoría de automóviles cuentan con una centralita reprogramable.
Reprogramación de la centralita
Lo primero que te diremos desde Todo Mecánica es que tengas mucho cuidado, este es el aspecto más delicado del motor.
A través de la centralita se pueden modificar prácticamente todos sus parámetros, por lo que pasarnos lo más mínimo en las condiciones de admisión de combustible o aire puede requerir el cambio de otros elementos, acortar su vida o quemarlos a la primera de cambio. No debemos jugar con esto.
La puesta a punto de la centralita debe realizarse por expertos en mecánica e ingeniería que dispongan de un banco de potencia que puedan homologar ese cambio de caballaje junto a la documentación.