Durante las últimas décadas, el avance tecnológico se las ha arreglado para sorprendernos en más de una ocasión. Y el mundo del automóvil no queda ajeno a esto, pues los dispositivos y hasta la mecánica del automóvil nunca volvieron a ser los mismos desde la irrupción del mundo digital.
Si antes era común ver artefactos análogos plagados de duros botones por doquier, ahora lo típico es controlar monitores usando nuestros dedos gracias al sistema touch. ¿Cómo fue que avanzamos tan rápido? Encendamos nuestros coches, vamos a viajar en el tiempo.
La tecnología del automóvil: pantallas
Para comprender el contexto de la búsqueda por innovar en el mercado automovilístico, debemos situarnos en la década en la que comenzaron dichas inquietudes. Corrían los años ochenta y megaproducciones como El Auto Fantástico o Volver al Futuro encandilaban a los espectadores.
Dichas películas estaban plagadas de escenas que daban cuenta de carros parlantes, autónomos y viajeros del tiempo. Con ello, lograron cautivar a millones, logrando avances significativos en la industria, que ya para entonces rendía frutos ambiciosos. Entonces, la era de los monitores cambió nuestro mundo para siempre.
¿Cómo han cambiado las pantallas del automóvil?
No todo comenzó con pantallas led capaces de planear viajes mediante sistema GPS; en 1986, arrancó el trayecto de los monitores táctiles. Por tanto, esta tecnología no es una invención exclusiva del presente siglo.
En ese tiempo, la empresa norteamericana General Motors ideó para nuestro goce un automóvil deportivo vanguardista, el Buick Riviera. Este modelo funcionaba mediante rayos catódicos capaces de controlar algunos aspectos claves del vehículo,como la temperatura interior, el volumen del radio y otras funciones mecánicas afines.
Luego, los fabricantes optaron por crear pantallas LCD con mayor resolución que facilitaran el trabajo al conductor. Desde los noventa hasta el nuevo milenio, lo frecuente era adquirir carros que trajeran consigo pantallas de resolución panorámica (16:9) con perillas digitales capaces de cambiar la estación radial en pocos segundos. Se incorporó una solución para las teclas de emergencia y luces altas, que antes eran interruptores muy complicados de usar.
Luego, saltamos al siglo XXI y el brusco cambio que significó para la industria automotora la invención de nuevos aparatos nunca antes vistos. A inicio de los años 2000, podíamos pulsar directo en el monitor para elegir una señal FM o seleccionar nuestra canción favorita, contenida en el casi extinto CD. La respuesta táctil mejoró considerablemente y, junto con ella, la experiencia de quienes manejaban.
Desde allí hasta la actualidad, la tecnología led llegó para quedarse: la resolución aumentó, el menú es mucho más amigable y pareciera que solo basta con soplar la pantalla para que responda.
El uso de un automóvil nunca más fue el mismo. Hoy, incluso existen equipos retráctiles que son capaces de girar el monitor a nuestra conveniencia. Además, es posible reproducir alguna película en calidad 4K mientras manejamos.