Bugatti fue la primera marca de súper deportivos que comenzó a fabricar todos sus modelos con la opción de conectar cada automóvil, con la asistencia por telemetría, hasta todas las fábricas de la marca francesa, para ofrecer un servicio a cualquier cliente, en cualquier parte del mundo.
Hace muy poco tiempo la empresa francesa de estos súper coches de lujo detalló de qué se trata este evolucionado sistema de telemetría que siguen perfeccionando en el Bugatti Chiron. Este último modelo comercializado desde hace poco tiempo tiene un precio de 2.4 millones €, uno de los coches más exclusivos del mundo. Con este sistema lo que consigue la empresa es poder conocer cualquier problema que tenga el modelo, sea cual sea, pero ellos consiguen saberlo mucho antes que el propietario del coche.
Este sistema de telemetría avanzada envía y transmite la información a la fábrica encargada de ese modelo en tiempo real, como lo haría cualquier coche de carreras enviando toda la información al box del equipo para poder estar en contacto en cualquier momento. Lógicamente este sistema de ayuda al cliente es viable si el cliente está de acuerdo y quiere estar informado del estado de su vehículo en todo momento.
Esta maravillosa caja metálica se encarga, por ejemplo, si el cliente de un Bugatti no sabe que la presión de una de sus ruedas no tiene la presión correcta, este sistema de telemetría de Bugatti informa en un primer momento a la fábrica de Molsheim y un técnico se encarga de llamar al cliente para informarle que debe revisar la presión de las ruedas de su coche de lujo. Es un sistema de lo más novedoso hoy en día y de lo más futurístico.
Este sistema es realmente una locura, ya que es un sistema de radiofrecuencia y monitoriza en todo momento el estado de cada Bugatti en cualquier lugar del mundo, a cualquier hora del día y en cualquier situación. Este sistema funciona a tiempo real si el lugar donde se encuentra tiene cobertura telefónica para poder transmitir toda la información.
Según Bugatti, esta cajita de aluminio ligera del tamaño de una caja de bombones, es capaz de obtener información de los modelos de hasta 10.000 aspectos del vehículo, ya sean del motor, del exterior, de los neumáticos, de los frenos, del sistema de refrigeración, el sistema de aire acondicionado o las luces...
También a través de este novedoso sistema, la fábrica Bugatti puede cambiar cualquier tipo de configuración del vehículo de forma remota y también pueden actualizar el software con solo realizar unos clics. Estos sistemas remotos tienen una tecnología y una programación increíbles...
Pero todo esto no es lo mejor y lo más ostentoso, si no que Bugatti tiene en plantilla a tres "Flying Doctors", doctores voladores para que un mecánico encargado viaje hasta el destino donde se encuentra el Bugatti con problemas y lo repare en el mínimo tiempo posible.
Cada uno es responsable de viajar hacia una zona del mundo para cuidar a estos grandes modelos de museo: hay uno dedicado a Europa y Rusia, otro dedicado para Oriente Medio y Asia-Pacífico, y finalmente uno para Norteamérica. Estos mecánicos están disponibles todos los días del año y a cualquier hora del día para subir a un avión e ir a reparar el vehículo desde cualquier lugar del mundo. ¡Esto sí que es un servicio de calidad hacia el cliente!
Si surge cualquier problema, reciben un aviso en su teléfono móvil, y cuentan con el apoyo de los mecánicos de la compañía en Molsheim y las instalaciones de los 34 concesionarios de Bugatti que hay repartidos por el mundo.
Este servicio lleva activo en el mercado desde hace 15 años desde el 2004 con su inicio en el Bugatti Veyron. Norbert Uffmann, ingeniero responsable del desarrollo de este sistema de telemetría ha comentado: "Por entonces sí que fue algo novedoso. Bugatti es el primer fabricante de automóviles que aplicó la telemetría a un vehículo de producción. Y aún somos únicos en este sentido".
Lo más impactante es que si te roban tu Bugatti Chiron y se lo llevan en un camión para que no pueda ser visto en ninguna zona del mundo, este sistema permite su seguimiento y todos sus movimientos. Casi todos los clientes han aceptado dar el consentimiento a Bugatti de poder saber TODO de su vehículo y quieren que su juguete de 2.5 millones de euros esté bien vigilado y custodiado por la marca.