Nuestro coche está expuesto continuamente a sustancias y partículas del exterior que atacan directamente a las capas de pintura y barniz de nuestro vehículo, con lo cual, tenemos que tomar medidas ante todos los elementos que pueden deteriorar la pintura de nuestro coche. Para ello, tenemos que pensar que la pintura de nuestro vehículo es como nuestra piel, todo lo que podamos quitar cuanto antes ayudará a cuidarla y a conservarla muchos más años.
1. Guardar nuestro coche en garaje o lo más resguardado posible: Debemos evitar dejar el coche expuesto a numerosas horas de sol directo o a las heladas del invierno, y eliminar cualquier producto pegado en la chapa lo antes posible, ya que pueden perder todas las propiedades de la pintura con más facilidad y rapidez.
2. Evitar aparcar debajo de los árboles, y no sólo por los pájaros: Los árboles desprenden resinas que caen a nuestros coches y quedan solidificadas en la chapa y que a veces solo podrán eliminarse lijando la chapa afectada y pintando de nuevo el vehículo. Las manchas de resina hay que eliminarlas siempre con agua caliente, que permitirá ablandarlas y eliminarlas con una esponja humedecida. Los excrementos de pájaros contienen ácidos que llegan a la capa de pintura corroyendo y dañando así el barniz.
3. Limpiar regularmente y con detenimiento nuestro coche: Es imprescindible una correcta limpieza, y con esto no digo un poco de agua y jabón; es necesario limpiar nuestro vehículo con detenimiento y eliminar cuanto antes todas las suciedades que se encuentran en nuestro vehículo. Pensemos que cuanta más suciedad tenga el coche, mayor adherencia a la nueva suciedad tendrá.
4. No tratar de eliminar las manchas en seco: Los mosquitos, alquitranes, excrementos de pájaros, etc, tenemos que quitarlos cuanto antes, pero nunca los eliminaremos en seco, porque con esto lo que hacemos es dejar la mancha donde estaba el residuo quedando debajo la chapa totalmente mate y quitando el brillo del barniz. Tenemos que humedecer el residuo para ablandarlo como bien hemos dicho anteriormente y de esta forma poco a poco podremos quitar el residuo sin dañar la chapa.
5. No lavar el coche tras haber estado expuesto al sol durante mucho tiempo: Cuando la chapa adquiere una temperatura muy alta, el paso de una esponja un poco gruesa puede dejar en la capa de barniz arañazos superficiales, eliminando las propiedades, el brillo del barniz y las capas protectoras de nuestro vehículo.
6. Dar una capa de protección a nuestro coche: Puede ser una cera o pulimento; es muy fácil de aplicar y lo podemos dar nosotros mismos. Con esto ayudamos a la pintura de nuestro vehículo y logramos que los agentes externos no se puedan quedar incrustados en nuestro coche, quedando en la capa exterior toda la suciedad para evitar que se impregne en las capas de pinturas más importantes.
También hay que saber que, sin embargo, aunque apliquemos todos estos consejos, es posible que tarde o temprano la pintura de nuestro coche empiece a deteriorarse o su color empiece a palidecer y a pasarse a un color mate perdiendo todo su aspecto. Ver este deterioro en un vehículo es especialmente doloroso para los dueños de los mismos. Y es un factor que influirá directamente en su aspecto físico y, por tanto, en su valor, si estamos pensando en venderlo en un futuro.Por eso, es posible que tengamos que realizar un repintado del vehículo y nosotros siempre recomendaremos hacerlo en un taller especializado, y nunca de forma casera. El resultado por parte de los profesionales puede ser prácticamente idéntico al de recién salido de fábrica.Podemos decir que eso de que la pintura de origen no es igual a la pintura de taller es un mito. Hace años podría haber diferencia entre las pinturas de fábrica y las de origen, pero actualmente se utilizan los mismos materiales y pinturas que los fabricantes.
Esperamos que estos consejos os sirvan de ayuda para que podáis cuidar de forma correcta la imagen exterior de vuestro vehículo.