Hace unos años se descubrió que los vehículos que usan carburante diesel contaminan más que los que utilizan gasolina. Lejos del escándalo, se siguen vendiendo y conduciendo coches diesel, a pesar de los intentos por renovar el parque de vehículos (especialmente con autos híbridos y eléctricos) para disminuir las emisiones contaminantes de los motores de combustión que tan negativamente afectan a la capa de ozono.
Pero no es suficiente y, por ello, este mes de abril la Comisión de Expertos de Transición Energética hizo entrega al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital su nuevo informe “Análisis y propuestas para la descarbonización“. Dicho documento recoge una serie de propuestas para poder cumplir con el Acuerdo de París y los objetivos de descarbonización marcados por el gobierno europeo.
Los datos que arroja el dossier muestran la dificultad de la penetración de los eléctricos en la sociedad española. Observando las cifras de matriculaciones de este tipo de vehículos, se puede ver no suponen un alto porcentaje en las ventas de los concesionarios españoles: en el año 2017 se matricularon un total de 1.344.794 turismos, de los cuales sólo 7.067 son eléctricos. Una suma bastante nefasta que dificulta el acatamiento del acuerdo europeo, de modo que se ha establecido el año 2.030 para que las ventas de eléctricos alcancen cifras similares a las de los coches con motores de combustión.
Subidas en combustibles y gas ciudad
¿Qué ocurre con los vehículos que ya circulan por las vías españolas, especialmente con los diesel? En este informe los expertos recomiendan una subida del precio de este tipo de combustible de casi un 30% (concretamente de un 28’6%) mientras que el precio de la gasolina aumentaría únicamente un 2% de cumplir con lo que señalan en el documento. Asimismo proponen subir el precio del gas en los hogares un 6% y disminuir el de la electricidad un 6’8%.
Pero desde el comité de expertos también han pensado en la economía española y, para no castigarla mucho, excluirán de esta medida a tres de los sectores más sensibles a esta subida de precios: los agricultores, los conductores profesionales y la industria en el exterior.
Además, este pago estaría asociado a otras medidas como pueden ser incentivos para la transición a medios de transporte menos contaminantes o la obtención de energías alternativas e infraestructuras necesarias (más puntos de recarga de eléctricos, por ejemplo) en ciudad y carreteras. De todos modos, cabe recordar que aún se trata únicamente de propuestas y no de medidas definitivas y ya implantadas.
Castigos a los contaminantes
Explican también que se castigaría de forma más dura a los contaminantes y emisores de CO2, puesto que con los impuestos de sus combustibles únicamente cubren el coste de mantenimiento de las carreteras y no los daños medioambientales que puedan causar.