Cuando uno adquiere un vehículo, ha de contratar obligatoriamente un seguro para el coche, ya sea a todo riesgo o a terceros. La ley así lo exige. Según las coberturas que queramos tener y el precio que deseemos pagar, podremos contratar más opciones o menos. Sin embargo, no siempre leemos la letra pequeña de un contrato, por lo que no sabemos a ciencia cierta todo lo que puede llegar a cubrirnos nuestro seguro. Prestando atención podremos descubrir opciones que pueden sacarnos de un aprieto o ahorrarnos unos cuantos euros. Estas son algunas de las coberturas de los seguros que no conocemos (aunque a veces se han de pagar aparte) y debemos leer bien sus condiciones.
Pérdida de la llave
Puede pasar alguna vez: dejar las llaves dentro del mismo vehículo o perder la llave en algún lugar y no encontrar la de repuesto. La compañía puede gestionar con la marca de tu coche la realización de una nueva llave y hacer que la envíen a tu domicilio. Pero ten en cuenta que la aseguradora sólo se hace cargo de las gestiones. El coste del duplicado corre por cuenta de la persona afectada.
Limpieza del habitáculo por traslado de heridos
Nuestro propio coche suele ser la manera más rápida de llevar a una persona a un centro de salud u hospital en lugar de esperar a que llegue una ambulancia. Durante el trayecto el auto puede ensuciarse con la sangre del herido y esta es una de las manchas más difíciles de eliminar. No te preocupes: la aseguradora puede hacerse cargo de dicha limpieza y de los desperfectos que se hayan podido ocasionar en el vehículo durante el trasaldo.
Atropello de un animal con daños para el vehículo
Si atropellas a un animal que se ha escapado de una explotación ganadera, el responsable de los daños del auto será el dueño del animal. En caso de atropellar a un animal salvaje el responsable es el conductor, salvo que haya contratado una cobertura especial para estos casos.
Asistencia para embarazadas
La asistencia en carretera normalmente suele cubrir el servicio de grúa y el traslado del vehículo en la misma pero algunas compañías también cuentan con una asistencia para embarazadas, en cuyo caso se le traslada hasta el hospital o a casa en caso de sentirse indispuestas o ponerse de parto.
Ayuda nocturna… en caso de embriaguez
Determinadas compañías ofrecen este servicio por el que es la aseguradora la que se encarga de llevar hasta casa al conductor que haya bebido y no se encuentre en condiciones de conducir. Hay que informarse de su precio y de las condiciones del servicio, ya que hay compañías que ponen un límite de edad (menores de 26 años, por ejemplo), un horario (hasta las siete u ocho de la mañana) y un recorrido máximo de unos 30 kilómetros desde el punto de recogida hasta su domicilio.
Envío de combustible
La grúa del seguro suele asistir en caso de pinchazos o fallos mecánicos en mitad de la vía. Pero también hay aseguradoras que pueden enviar combustible en caso de que se nos agote. Y es que si nos quedamos tirados por este motivo, podrían multarnos con 200 euros por conducción negligente.
Robo en un semáforo
Cuando iniciamos la marcha dentro de nuestro auto, nos olvidamos de bloquear las puertas. Esto puede ser peligroso en semáforos o cruces, ya que pueden abrirte la puerta y robarte lo que tengas en los asientos. Hay aseguradoras que corren con el gasto de dichas pertenencias y, en caso de que te hayan robado las tarjetas, también pueden encargarse de darlas de baja.
Reclamación y gestión de multas
En caso de que se haya infringido alguna normativa de circulación, no todos sabemos dónde hay que acudir a reclamar ni qué decir. Hay aseguradoras que realizan las gestiones de este tipo de reclamaciones, pero si se rechaza, el pago corresponderá al asegurado y no a la aseguradora.
Retirada del carnet
Si te quedas sin puntos en el carnet, el seguro del coche puede gestionarte todo lo relativo al curso de recuperación. En caso de que tu vehículo sea tu medio de vida (es decir, si eres taxista o transportista) la aseguradora podría darte alguna ayuda económica mensual, aunque tendrás que contratarla en el momento que firmes el contrato del seguro.