Despistes, retrasos en el pago… No es necesario cometer delitos graves al volante para que la policía pueda inmovilizar tu vehículo. Las razones pueden ser de lo más variadas. Puede ocurrir, además, en el momento menos pensado, en ciudad o en carretera. Y es que en el código de circulación hay muchos más motivos para poder hacerlo de los que conozca el conductor y siempre tendrán la misma consecuencia para éste: “los gastos que pudieran ocasionarse por la inmovilización, traslado y depósito del vehículo serán de cuenta del conductor o de quien legalmente deba responder por él”.
Emisión de gases y ruidos
Cuando un vehículo emite gases, humos o ruidos por encima de los niveles establecidos para la preservación del medio ambiente y del descanso de los ciudadanos, la policía puede intervenir en la inmovilización del mismo. Así lo establece el artículo 7 del código de circulación, aunque no suelen retirarse muchos vehículos por este motivo, ya que hay pocos controles de gases y ruidos.
Más ocupantes de los permitidos
Por lo general, en un cualquier coche pueden viajar hasta cinco ocupantes (siete si se trata de un monovolumen). En una moto, dos personas. Sin embargo, siempre hay gente que “se la juega”, por lo que alguna vez se ha visto (en ciudad y carretera) un vehículo con más ocupantes del que puede transportar. La ley es clara respecto a ello: se puede inmovilizar un vehículo que transporte más pasajeros de los que permita. El artículo 9 del Reglamento General de Circulación dicta lo siguiente: “una ocupación excesiva del vehículo que suponga aumentar en un 50% el número de plazas autorizadas, excluida la del conductor” implicará la inmovilización del coche.
Estacionar más tiempo del permitido
En caso de estacionar más tiempo del marcado en zonas azules o similares, las autoridades municipales suelen mandar a la grúa para recoger el auto, si bien hay ocasiones en que pueden colocar un cepo para inmovilizarlo. Esto último depende de las autoridades municipales, si bien el artículo 93 del código recoge algo similar a una autorización general para inmovilizar un vehículo “cuando no se halle provisto de título que habilite el estacionamiento en zonas limitadas en tiempo o excedan de la autorización concedida hasta que se logre la identificación del conductor”.
Permiso de circulación
No suele ocurrir muy a menudo ya que todo el mundo suele llevar el permiso de circulación en vigor consigo (excepto en aquellos casos que se haga a propósito o se deba a un despiste grave). Si se circula sin el permiso o con éste anulado por cualquier motivo, si lo detecta cualquier agente, puede inmovilizar el auto.
Inhibidores de radares y placas falsas
Si el coche tiene algún mecanismo o sistema para intentar evitar la vigilancia de los agentes, también puede retenerse. Entre estos métodos o sistemas se encuentran los inhibidores de radares y las placas falsas que tapan la matrícula para dificultar que sea captada por el cinemómetro.
Alcoholemia
Una de las causas más evidentes y comunes para inmovilizar el coche es el alcohol. Si el resultado de las pruebas de alcoholemia es positivo, el artículo 25 del código de circulación expone que el agente puede proceder “a la inmediata inmovilización del vehículo a no ser que pueda hacerse cargo de su conducción otra persona debidamente habilitada”.
Otros casos
Además de las mencionadas anteriormente, el artículo 104 de la ley de tráfico aporta otras razones por las que poder retener un vehículo, aunque algunas sólo afectan a conductores profesionales (camioneros, taxistas, conductores de bus, etc.).
- Que el vehículo carezca de seguro obligatorio.
- Que el vehículo tenga deficiencias que constituyan un riesgo para la seguridad vial.
- Que en el vehículo viajen niños sin los dispositivos de retención infantil homologados.
- Que se observe un exceso en los tiempos de conducción o una reducción en los tiempos de descanso que sean superiores al 50% de los tiempos establecidos reglamentariamente.
- Que existan indicios de la posible manipulación en los instrumentos de control.
- Que se conduzca un vehículo para el que se exige permiso de la clase C o D sin poseerlo.
