Cuando viajamos en coche es obligatorio el uso del cinturón de seguridad, un elemento básico para prevenir graves lesiones en accidentes de tráfico. Pero, ¿qué ocurre cuando viajamos en autobús? ¿Hay que ponerse el cinturón obligatoriamente o podemos prescindir de él?
A pesar de ello, no deja de ser el elemento de seguridad más eficaz a nuestro alcance dentro del bus. Y sí, su uso es obligatorio para todos los viajeros, excepto para los niños menores de tres años, ya que reduce la probabilidad de sufrir lesiones graves y mortales entre un 20% y un 80% en caso de accidente.
Además, los buses de largo recorrido matriculados a partir del mes de octubre de 2007 tienen la obligación de tener instalados cinturones de seguridad en los asientos. En caso de no llevarlo puesto, la responsabilidad cae sobre el pasajero y no sobre el conductor o la empresa de transportes.
Apenas se usa
Pese a todo, aunque reduzca el riesgo de lesiones, en España aún no se ha extendido su uso. Según los datos extraídos de un estudio realizado por la Fundación Mapfre, en el que se realizaron inspecciones en 2.288 pasajeros en tres comunidades autónomas, sólo dos de cada diez pasajeros de bus lo usan (sea en buses de corto, medio y largo recorrido).
Los datos son más alarmantes en buses que realizan trayectos interurbanos de corto recorrido donde sólo un 0’7% de los pasajeros utilizan el cinturón de seguridad. En los que realizan largos recorridos se utiliza más, aunque tampoco demasiado: sólo tres de cada diez pasajeros se acuerdan de ponérselo cuando toman asiento.
Consecuencias de no usarlo
Aunque las probabilidades de sufrir un accidente en bus son menores que viajando en automóvil (6 veces menos), en moto (321 veces menos) o en bicicleta (108 probabilidades menos que en bus), cuando se produce un accidente en este medio de transporte resulta mucho más trágico porque el número de heridos o fallecidos será mayor y el accidente (así como el rescate de las posibles víctimas) será mucho más aparatoso.
En caso de accidente, el viajero puede salir disparado por el cristal del autobús. También puede ocurrir si el conductor da un frenazo o pega un volantazo en un cambio brusco en su ruta, lo que constituye un peligro para todos los pasajeros.
Para concienciar sobre la importancia de su uso y fomentarlo entre la población que utiliza este medio de transporte público, una medida bastante efectiva es que que el conductor, antes de comenzar el trayecto o el viaje, informe a los pasajeros de la obligatoriedad de ponerse el cinturón para prevenir lesiones. Para ello, pueden hacer uso de una proyección en vídeo similar a los de los aviones.