En una estación de servicio hay una serie de indicaciones o prohibiciones (siempre visibles) que debemos seguir por nuestra seguridad y la de los demás usuarios de la misma, a saber: no se puede repostar con el motor en marcha, con las luces encendidas o con la radio conectada; no fumar en la gasolinera y, no menos importante, nada de utilizar el teléfono móvil (ya sea para hacer una llamada, para mandar un mensaje o para consultar nuestras redes sociales).
Conviene hacer caso a estas prohibiciones, puesto que el propio código de circulación ya lo especifica bien claro en el artículo 115: “Los propietarios de aparatos distribuidores de combustibles o empleados de estos últimos no podrán facilitar los combustibles para su carga si no está parado el motor y apagadas las luces de los vehículos, los sistemas eléctricos como la radio y los dispositivos emisores de radiación electromagnética como los teléfonos móviles”.
El peligro del móvil es mínimo
Pero ¿si mandamos un WhatsApp o hacemos una llamada entre los surtidores de la gasolinera realmente existe riesgo de que arda el depósito de combustible de nuestro coche? Al parecer, la respuesta es negativa. Y es que, según aseguran en la web de divulgación científica Naukas, la energía que emiten los smartphones no tienen la potencia ni el voltaje suficiente para originar un incendio.
También lo afirma la Comisión de Comunicaciones de Estados Unidos (FCC). Aseguran que, a pesar de que un teléfono móvil podría originar un incendio, la posibilidad de que ocurra es muy remota y todavía no se ha documentado ningún caso en el que haya ocurrido (a pesar de que sí hay gente que utiliza su Smartphone mientras reposta).
Atención a la electricidad estática
De todos modos, no hay que fiarse y hay que tener muy en cuenta la electricidad estática, que puede resultar muy peligrosa. Una persona cargada de electricidad estática puede generar una chispa que origine, a su vez, una inflamación.
Esta situación no suele ser nada común en las estaciones de servicio pero no por ello hay que confiarse. Como medida de precaución, lo mejor es descargar la electricidad estática antes de descolgar la manguera del surtidor. ¿Cómo? Basta con tocar antes cualquier superficie metálica (la carrocería del vehículo, por ejemplo) y no volver a subir al mismo hasta no haber terminado de repostar.
El peligro de las otras prohibiciones
Pero, ¿qué ocurre con el resto de prohibiciones de una gasolinera? Éstas sí tienen su explicación. Y es que si dejamos el motor en marcha, la radio encendida o las luces puestas, pueden originarse chispas que hagan arder los vapores del combustible. Y no hablemos ya de fumar en la gasolinera, porque encender fuego o tirar una colilla es lo más peligroso que se puede hacer mientras repostamos.