Si vivimos en una gran ciudad como Madrid o Barcelona, nos compensará invertir en un auto que contribuya a crear un mundo más sostenible (especialmente en la capital, debido a las nuevas reglas de circulación que llevan meses aplicándose).
Pero, realmente, quiénes no viven en ninguna de estas grandes urbes, también han de reflexionar antes de la compra de un coche sobre cuál será el más adecuado para tratar de mandar menos emisiones contaminantes a la atmósfera.
Los tiempos cambian y los vehículos con él, ya que vienen cargados de revolucionarias tecnologías y sistemas de seguridad. Además, adaptarse a estos cambios y nuevos modelos de autos es una gran alternativa si miramos de cara al futuro… y al presente, ya que muchas ciudades ya están aplicando medidas para reducir las emisiones de CO2 y diseñando algunas nuevas, como no entrar a Madrid con un coche antiguo (y con motor de combustión). Y en Francia y Reino Unido tienen previsto dejar de comercializar autos con ese tipo de motores (sean diesel o gasolina) para el año 2040. Entonces, de cara a estas restricciones medioambientales, ¿qué coche habríamos de comprar?
Hay que analizar nuestras necesidades
Para ello, lo primero que hemos de hacer es analizar nuestras necesidades para decidir cuál será la opción que mejor las cubrirá: largas distancias o uso en la ciudad; ahorro en combustible... Y quien viva en una gran ciudad también deberá tener en cuenta las restricciones de circulación de vehículos de acuerdo a la clasificación que establece la DGT a través de sus pegatinas.
Las etiquetas del parque móvil
Dichos adhesivos dividen el parque móvil en cinco categorías distintas, ordenadas en función de su limpieza y ecología, a saber: “cero”, “Eco”, “C”, “B” y otra más aún sin catalogar pero que corresponde a los vehículos más contaminantes que puedas encontrar en las calles y carreteras.
En este caso, los coches que lleven la primera etiqueta (“cero”), son los más cuidadosos con el medio ambiente gracias a su propulsión única y exclusivamente eléctrica. La pegatina “Eco” se reserva para los híbridos y modelos de gas natural o gas licuado de petróleo (GLP). Si tu auto tiene la etiqueta “B” deberías preocuparte un poco, pues estos coches registran un aprobado “raspado” o un suspenso. Todo depende de los índices de contaminación que registren día a día.
Un eléctrico... o una conversión a gas natural
La mejor y más razonable opción para ello es la de comprar un vehículo eléctrico, pero como no todo el mundo se puede permitir uno, la mejor alternativa es un híbrido. Aunque si quieres un coche todavía más barato, entonces hay que atender a un par de preguntas: ¿la única opción que queda es comprar un coche de gasolina? ¿O uno diésel para poder recorrer muchos kilómetros sin gastar mucho en combustible?
No. Hay otra alternativa. Y es que para poder lucir la pegatina “Eco” en el parabrisas, el auto no tiene por qué funcionar con un motor eléctrico obligatoriamente: se puede hacer con un bloque de combustión que cumpla con las especificaciones de la etiqueta “C” pero convertido a gas natural o a gas licuado de petróleo (GLP).