Tanto en vías urbanas como en carreteras se nos puede cruzar un animal. Hay quien, por fortuna, consigue reducir la velocidad a tiempo para no atropellarlo ni causar ningún accidente. Sin embargo, hay ocasiones en que es inevitable atropellar al animal, bien sea porque aparece súbitamente ante nuestro auto o para no provocar ningún siniestro en la vía.
Basta con saber cómo manejar la situación para que ésta no vaya a peor y poder salvarle la vida al animal. Tanto si lo atropellaste tú como si no, hay varias cosas fáciles pero importantes que puedes hacer para ayudarlo. Toma nota.
Antes que nada, detén el coche en un lugar seguro, con las luces de emergencia activadas. Intenta llamar por teléfono a la policía para que acudan a desviar el tráfico. De este modo, ni el animal ni tú correréis peligro alguno.
Acércate con cuidado
Cuando un animal está herido o lastimado, su instinto lo lleva a morder o atacar ya que está asustado y en estos momentos no sabe distinguir si quieres ayudarlo o hacerle daño. Intenta estar lo más calmado posible en todo momento ya que los animales son muy buenos captando emociones. Por ello, es importante que te acerques despacio y con cautela (para no alterarlo más de lo que ya está), manteniendo contacto visual con él y cuidando de proteger tus brazos. Evita, además, ponerte al alcance de su hocico.
El animal ha de verte a ti y a tus manos en todo momento. Aunque ten cuidado, porque para muchos animales (especialmente para los perros), nuestras manos vienen a ser como su hocico y acercarte con las manos abiertas para ellos sería como si otro perro lo hiciera con la boca abierta, en tono amenazante. Por ello, mantén los puños cerrados cuando te estés acercando a él.
Una vez estás junto al animal
Si el animal no puede moverse, lo más seguro es que tenga alguna fractura importante, que habremos de verificar (y también si existe alguna hemorragia importante). Si no tiene ninguna de las dos, hay que moverlo a algún lugar seguro.
Para ello, y con la ayuda de otra persona, se recomienda usar una manta o alguna prenda (chaqueta o sudadera) que pueda hacer la función de una camilla. Pero si no hay nadie más contigo ni nadie a tu alrededor que pueda ayudarte, intenta moverlo lo más despacio posible para no empeorar las heridas. Esta simple acción quizá pueda causarle dolor, así que asegúrate de hacerlo todo en un sólo movimiento rápido.
Cuando puedas trasladar al animal, ten en cuenta que ha de quedar con el cuello estirado. Así nos aseguraremos de que puede respirar bien. Si has podido moverlo, es importante llevarlo a un veterinario que le brinde las curas y cuidados que sean necesarias para su recuperación.
En caso de no poder moverlo porque está muy herido
En caso de que sí presente una hemorragia o una fractura, será imposible moverlo. En caso de que tenga una hemorragia, intenta hacer un vendaje improvisado para frenarla. Si tiene una fractura, no lo muevas: le dolerá mucho y su reacción será intentar morderte.
En ese caso, vigila la vía para intentar que no le golpee otro coche mientras llamas por teléfono a un veterinario que pueda acudir al lugar para auxiliarlo. Los profesionales sabrán qué hacer y tú habrás hecho lo que estaba en tus manos para ayudarlo.