Los motoristas son, junto con los ciclistas, uno de los colectivos más vulnerables en las carreteras y vías urbanas e interurbanas. Entre ambos vehículos existe una gran diferencia, que habrán notado quienes conduzcan los dos. El habitáculo interior del coche parece mucho más seguro que la sensación de velocidad y libertad que proporciona la moto. Si hace unos meses hacíamos un repaso a las normas y obligaciones de conductores y ciclistas, hoy hacemos lo propio para que los amantes de las dos ruedas puedan disfrutar de sus trayectos con total seguridad.
No te olvides del casco
Tanto en invierno como en verano (a pesar de que dentro del casco tengamos mucho calor y sudemos), úsalo ya que es, quizá, el elemento más importante para la protección del motorista, además de ser obligatorio. Recuerda que un golpe en la cabeza a gran velocidad puede provocar graves lesiones cerebrales, parálisis o incluso la muerte. Para viajes largos se recomienda el casco integral al de tipo jet o al modular.
Usar también el equipamiento y protección adecuada
En caso de accidente, la protección extra que otorgan los trajes especiales, muñequeras y demás accesorios evitarán daños graves, quemaduras y rozaduras. Si te parece pesado llevar este tipo de prendas en verano, recuerda que existen prendas cuyo diseño es transpirable y ofrece una mayor ventilación sin reducir la protección y seguridad. ¡Es cuestión de buscarlas en tiendas especializadas o en Internet!
El equipaje, en baúles y maletas
Los que vayáis a realizar viajes largos con vuestra moto y preciséis llevar equipaje, hacedlo en maletas y baúles bien distribuidos por ambos lados de la moto para no perder el equilibrio. En este enlace tienes una gran selección de maletas y baúles para llevar tus cosas contigo. En otras páginas como eBay seguro que también encuentras bastante variedad.
Atento a la temperatura de la moto
En verano, la temperatura de la moto (al igual que la de un coche) asciende más de lo habitual. Conviene prestar atención a este detalle para no llevarnos un susto mientras estemos circulando, además de evitar conducir durante las horas de más calor. También haremos lo propio ante las heladas invernales.
No olvides hidratarte
Antes de comenzar el viaje bebe bastante agua. Si te entra sed durante el trayecto, para en áreas de descanso, gasolineras o bares y no olvides hidratarte con abundante agua o con un refresco. Con ello evitarás marearte en esta época del año.
Evita el color negro
Tanto para el color de la moto como para el de nuestra vestimenta (desde el casco hasta las botas) es mejor escoger colores vivos (para la moto) y claros (para la equipación). El caso es facilitar nuestra visibilidad al resto de conductores, especialmente de noche.
Elementos reflectantes
Hay elementos y accesorios reflectantes cuya colocación resulta muy fácil y que nos hará más visibles para los demás conductores. Un ejemplo de ellos son los adhesivos reflectantes: durante el día apenas se ven y pasan desapercibidos pero por la noche ayudan a advertir de nuestra presencia a los demás al ser iluminados con la luz de otros vehículos.
Las luces, siempre a punto
Ni las luces delanteras ni las traseras han de estar fundidas. No sólo no veremos bien, sino que tampoco nos verán bien. Revísalas siempre y cámbialas cuando sea necesario. Para hacer notar tu presencia puedes usar las largas por la noche. Recuerda, además, que la luz del freno llamará la atención a los pilotos que vayan detrás de nosotros. Si quieres advertir de una parada con tiempo suficiente, puedes dar unos pequeños y repetidos toques al freno.
Señalizar con gestos y uso de la bocina
Cuando gires, si crees que alguien no ha visto cómo señalizabas, puedes hacer una señal con el brazo extendiéndolo hacia el lado al que vas a girar. Asimismo, en caso de peligro o de confusión puedes usar la bocina para hacerte ver.
